España y Portugal han propuesto un tope de 30 euros por megavatio hora (MWh) para el precio del gas que quemen las centrales de ciclo combinado e introduzcan en el mercado mayorista de la electricidad, según avanzó el diario luso Público y confirmó después la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera. Sin embargo, todo depende de si Bruselas lo aprueba o no, y sólo supone el inicio de la negociación. Además, la clave será cómo se hará la compensación a los productores de dicho gas.

Con dicho tope de 30 euros/MWh, al parecer, se podría reducir el precio medio de la luz entre 120 y 130 euros, frente a los casi 225 euros de este viernes. Claro que en este escenario conviene tener en cuenta que los contratos de futuros de negocios de gas natural que se plantean en la plataforma neerlandesa TTF -de referencia para Europa- prevén una media de 110 euros para este año y a esto habría que sumar diversos costes (regasificación, coberturas financieras y transporte, entre ellos). Por tanto, ¿cómo se pagará la diferencia entre esos 30 euros y la suma del precio de TTF y los costes? Al parecer, esta compensación no elevará el déficit de tarifa ni tendrá impacto en las cuentas públicas, sino que sería absorbido por el sistema eléctrico… Y es que se haría por el diferencial entre el tope y el valor fijado en el mercado del gas para el día siguiente. Eso sí, las cosas podrían cambiar, pues la negociación con Bruselas acaba de empezar y este Gobierno es un gran aficionado al donde dije digo, digo Diego.

 

Al parecer, la compensación se haría por el diferencial entre el tope y el valor fijado en el mercado del gas para el día siguiente. Eso sí, las cosas podrían cambiar, pues la negociación con Bruselas acaba de empezar y este Gobierno es un gran aficionado al 'donde dije digo, digo Diego'

Los analistas del Banco Sabadell han señalado que a falta de conocer los detalles y la respuesta de Bruselas, consideran dicho tope como algo positivo porque conseguiría desvincular el precio del gas y el de la luz sin impacto directo sobre las compañías eléctricas. Teresa Ribera ha referido que la propuesta hispano-portuguesa responde a “líneas maestras” en las que habían trabajado ya antes, como “introducir un sistema de doble casación, una primera en frontera para que las exportaciones de electricidad sean retribuidas al precio que correspondería en ausencia de un mecanismo de ajuste, y una segunda casación, donde se introduce el ajuste y el pago por encima del coste del gas es asignado automáticamente en ese margen que queda de tecnologías mucho más baratas hasta el precio que ha sido retribuido el gas a primera instancia”. Además, ha recordado que el precio del gas ha estado en torno a 20 euros desde que funciona el mercado ibérico Mibgas, frente a los más de 120 euros de lo que llevamos de 2022 y los 50 euros de media de 2021.

Por su parte, la patronal eléctrica Aelec (que agrupa a Endesa, Iberdrola y EDP) ha advertido este jueves que las ‘grandes’ medidas energéticas que avanzó el propio Pedro Sánchez el pasado lunes y que un día después detallaron Ribera y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, introducen una nueva intervención y no solucionan la verdadera raíz del problema, que son los precios del gas. También insiste en que el precio intervenido es una discriminación en relación a los precios del resto de la UE y representa un paso atrás en la liberalización, contrario a lo que dicta la normativa europea. Eso sí, debería recordar que el último Consejo Europeo ha reconocido la excepcionalidad de la Península Ibérica, permitiéndole poner un tope al precio del gas en el mercado mayorista de forma temporal, y que en el 90% de las ocasiones, el precio de la luz no lo ha marcado el gas sino la hidráulica. En el pool, normalmente entra la nuclear a precio cero, las renovables (eólica y solar), el carbón, la hidráulica y el gas… pero ha habido ocasiones en que la hidráulica ha entrado después del gas, beneficiándose del alto precio de este último. Y no hay que olvidar el cabreo que se ha pillado el presidente y CEO de Iberdrola, Ignacio S. Galán, ante la propuesta de que cada energía se cobre en el ‘pool’ según su coste real, que fue planteada por Naturgy y Endesa en la reunión entre las eléctricas y el Gobierno.