La guerra entre el Tribunal Supremo y el Gobierno acerca de quién debe pagar los gastos hipotecarios no ha terminado, ni mucho menos. En su reunión del jueves, el pleno de la Sala de lo Civil acordó que esos gastos se debían repartir al 50% entre el cliente y el banco. Por ejemplo, los gastos de notaría, toda vez que interesan a las dos partes implicadas en el préstamo hipotecario. Lo mismo ocurre si se trata de la escritura de modificación del préstamo: ¿interesa tanto al banco como al cliente? Pues a pagar a medias.

Distinto es el gasto del registro, que solo interesa al banco: la garantía hipotecaria se inscribe a favor del banco, que es quien otorga la hipoteca. Por lo tanto, será la entidad la que deba pagar esa tasa. Ahora bien, si se trata de registrar la cancelación del préstamo, será el cliente el que deba hacer frente al gasto, ya que es el interesado en la cancelación.

Entre los gastos que pagará el cliente se encuentran: la cancelación del préstamo, la tasación y la comisión de apertura

Lo mismo ocurre con la tasación, imprescindible para la concesión de la hipoteca: la debe abonar el cliente. Por cierto, puede elegir la tasadora que quiera, siempre y cuando esté homologada por el Banco de España.

Luego está la comisión de apertura que, evidentemente, paga el cliente. Lo que ha establecido el TS es que la tasa como tal no se puede considerar abusiva. Eso sí, el banco tiene la obligación de que sea transparente.

Por último, ojo al dato, el Supremo niega la retroactividad del pago del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD). Es decir, en todas las hipotecas firmadas antes de la entrada en vigor del real-decreto aprobado por el Gobierno en noviembre, tendrá que ser el cliente el que haga frente al AJD.

El Supremo niega la retroactividad del pago del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados 

Todo esto está muy bien y, además, contradice a la nueva ley hipotecaria, actualmente en trámite parlamentario. La norma que intenta sacar adelante el Gobierno Sánchez establece que debe ser el banco quien pague todos estos gastos, excepto el de tasación. Se avecina un nuevo lío. Sea como fuere, Sánchez ya nos dejó muestras, con el AJD, de hasta dónde está dispuesto a llegar: ¿No me hacéis caso? No importa: cambio la ley y se acabó el problema.

Dancausa (Bankinter) da por terminadas las fusiones bancarias

Bankinter ha vuelto a ser el primero en romper el hielo de las presentaciones de resultados anuales. Nunca coincide con otros bancos y eso es de agradecer. En la edición de este año, María Dolores Dancausa ha repetido la misma reflexión que hizo en enero de 2018: el proceso de fusiones se ha terminado.

Claro, para Bankinter ha terminado. El problema es el resto de entidades. En otras palabras, el objetivo de las fusiones, lo que persigue el BCE, es reducir el número de oficinas y ajustar plantillas, dos aspectos que no afectan a Bankinter. La entidad que dirige Dancausa está cómoda con su estructura actual.