El País hace tiempo que ya no es lo que era y se ha convertido en otro portavoz del Gobierno Sánchez. Ahora, en concreto, ha dejado claro que es un buen discípulo de la demagógica política energética que dirige Teresa Ribera, porque ha censurado un artículo que defiende la energía nuclear.

El diario buque insignia del grupo PRISA ha decidido no publicar un artículo de opinión escrito por el ingeniero y divulgador científico Alfredo García (más conocido en Twitter como Operador Nuclear), que se titulaba “La humanidad no puede prescindir de la energía nuclear”. Un rechazo que ha llegado después de aceptarlo en un principio y de hacer esperar a su autor durante 20 días, tal y como este ha señalado en Twitter y ha optado por difundirlo en LinkedIn. ¡Menos mal que es un diario que apuesta por la libertad de expresión y un periódico global!

Pero ¿tan grave es lo que dice el artículo? No, se basa en expertos científicos y en el sentido común. De hecho, recuerda que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sitúa a las energías renovables como líderes de la transición energética, pero también que será esencial un aumento del 80% en la producción de energía nuclear en 2040 para conseguir los objetivos climáticos y que sacarla de la ecuación aumentará los precios de la luz para los consumidores y las emisiones. Asimismo, insiste en que los informes del Joint Research Center (JRC) -servicio de asesoramiento científico y tecnológico de la Comisión Europea- y de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) consideran que la nuclear es tan ecológica como las renovables.

García recuerda que las centrales nucleares “ayudan a limitar los impactos de las fluctuaciones estacionales de la generación eléctrica de energías renovables y refuerzan la seguridad energética al reducir la dependencia de los combustibles importados, especialmente del gas natural”. También advierte que “los posicionamientos ideológicos que estamos observando en los últimos tiempos contra la energía nuclear ponen en riesgo la consecución de los objetivos de reducción de emisiones, el suministro eléctrico, la conservación del medio ambiente y en último término la salud de los ciudadanos” y que una prueba de ello se puede ver en Alemania: decidió cerrar antes sus nucleares que las centrales de carbón, y tiene el gas natural como primera fuente de generación eléctrica. Mientras, Francia ha anunciado la construcción de 14 nuevos reactores para lograr “la independencia y la libertad” energética.

García advierte que “los posicionamientos ideológicos que estamos observando en los últimos tiempos contra la energía nuclear ponen en riesgo la consecución de los objetivos de reducción de emisiones, el suministro eléctrico, la conservación del medio ambiente y en último término la salud de los ciudadanos”

Estos dos países han sido los principales responsables de que se haya incluido tanto al gas como a la nuclear en la taxonomía verde europea, aunque la primera emite CO2 y la segunda prácticamente no y es mucho más barata. Una inclusión que García considera que ayudará a “la mejor financiación” de esta última, uno de los dos principales escollos para su desarrollo, pues el otro es la opinión pública tras décadas de desinformación. 

Claro que para Ribera no ha cambiado nada: sigue empeñada en que en España se mantenga el calendario de cierre progresivo de los reactores establecido entre 2027 y 2035. Y ni siquiera el contexto de elevados precios energéticos (petróleo, gasolina, gasóleo, luz, gas, bombona de butano...) le ha hecho reflexionar lo más mínimo, a pesar de que la descarbonización no es viable sólo con las renovables, se necesita la nuclear