Cuando los records son diarios dejan de ser récords… por reiterativos. ¿Qué mas da que el precio de la luz ascienda hasta los 115 euros/MWh en el mercado mayorista? A los profanos, que también son los paganos, o sea, el 99% de la población, la cifra no les dice nada. Lo que debería decirles es la cifra de la factura y, a veces ni eso, porque no sabemos cuánto pagamos, aunque empezamos a saberlo al comparar entre la factura de hoy y la de anteayer.

Pero lo que sí le alarma es la utilización política y, por tanto, mediática, del coste del recibo. O sea que lo que le asustan son los titulares que creamos los periodistas. La luz está carísima y ya está.

Y es verdad que está cara. Por dos razones: el precio del gas, que se ha disparado tras Filomena y un invierno frío. Sí frío: lo siento por los del calentamiento mental, pero el invierno en el hemisferio norte ha sido frío, no caliente, y el verano no está resultando excesivamente caliente, a pesar de la actual ola de calor.

Teresa Ribera experimenta la atracción del abismo: el precio de la luz se ha disparado por la ecología así que la solución es… más ecología

Pero también ha subido la luz por los famosos derechos de emisión, otra engañufla ecologista, que ha convertido en un mercado financiero, y muy especulativo, la pretendida lucha contra el efecto invernadero. Por cierto, cualquier día, decir esto será constitutivo de delito, por lo menos de delito de odio. Al tiempo. Así de idiotas nos hemos vuelto.

En cualquier caso, la clase política española, según costumbre, se ha puesto a decir estupideces. La mitad de la factura de la luz son impuestos que el Estado puede rebajar o anular, pero con Podemos en el Gobierno, eso ni se plantea, mientras, atención, se exige la nacionalización de las eléctricas, en supuesta alusión a las tres grandes compañías: Iberdrola, Endesa y Naturgy. Con eso se soluciona todo, y el inefable Pablo Echenique ha llamado a las turbas a salir a la calle y ha animado al presidente del Gobierno a ser valiente frente a los depredadores.

Vale: nacionalicemos las eléctricas. Aparte de que eso costaría mucho dinero a los españoles, ¿por qué el cambio de propiedad iba a suponer una luz más barata? El lunes próximo Iberdrola se convierte en compañía pública: ¿Va a producir por ello luz a mejor precio? ¿En serio?

Por de pronto, convendría no cerrar las nucleares y reducir los impuestos a la energía

Es la última campaña política de Pablo Echenique, nacionalizar las eléctricas. Al modo leninista: no solucionas el problema pero encuentras un culpable… que encima es inocente. Las eléctricas son culpables de muchas cosas pero el precio lo fijan según el método que les impone el Gobierno, con los impuestos que cobra el Gobierno y, ojo, producen según las reglas que marca el Gobierno. Los culpables del coste de la luz no son las eléctricas: son Pedro Sánchez y Teresa Ribera.

En concreto, esta última experimenta la atracción del abismo: el precio de la luz se ha disparado por la ecología así que la solución es… más ecología.

Hay que adelantar la Agenda de 2030, a ser posible al 2019, bueno, al 22. Hemos necesitado el gas porque las renovables no daban para picos de demanda, dado que es una energía poco intensiva. Pues entonces acabemos con el gas… cuando más lo necesitamos. Las nucleares nos siguen salvando el suministro: pues entonces acabemos con las nucleares… la atracción del abismo.

Y todo esto es lo que ocurre cuando gobiernas con comunistas y al frente de la energía has puesto a una talibán verde como doña Teresa, un auténtico desastre. Y ojo, señor Sánchez, cuando tu ideario es la sostenibilidad que, como su mismo nombre indica, puede ser una condición pero nunca un objetivo. El objetivo es la energía barata, para hogares e industria, para ganar en competitividad, es decir, en creación de empleo bien pagado.

Por de pronto, cerrar las centrales nucleares en España es una estupidez que sólo se le ocurre a la talibán Ribera.