CriteriaCaixa juega a órdago y le recuerda al Gobierno que Naturgy es una empresa estratégica no troceable ante la oferta del fondo australiano IFM. Dos meses después de rechazar dicha OPA, el holding industrial que preside Isidro Fainé sigue comprando acciones para mantenerse como primer accionista (ya tiene el 25,9%) y llegará hasta el 29,9%, de esta forma le está doblando el pulso a CVC y al principal muñidor de la oferta, Javier de Jaime.

Recuerden que IFM lanzó su oferta por el 22,689% de Naturgy, con un nivel mínimo de aceptación del 17%, el pasado 26 de enero a un precio de 23 euros por acción, lo que supondría un máximo de 5.060 millones de euros. Una oferta generosa en importe y en publicidad, aunque su precio se redujo a 22,37 euros, lo que supondría un desembolso máximo de 4.921 millones, después de que Naturgy repartiera un dividendo complementario. Otra muestra de que el verdadero objetivo de IFM es el troceo.

Hay bronca entre la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera: a la primera parece que ahora no le hace tanta gracia la oferta de IFM, mientras la segunda sigue defendiendo que no es cortoplacista

CriteriaCaixa continúa comprando acciones e incluso lo hizo la semana pasada a 22,37 euros. Un refuerzo que se da al tiempo que el fondo australiano reactivaba su oferta… con juego sucio, usando la comunicación como arma financiera de la mano de Estudio de Comunicación. IFM se ha echado el farol de que puede trocear Naturgy comprando sólo un 10% y también blasonó de que podría cambiar al presidente de la energética. Ojo, para ello necesitaría estar concertado con los fondos CVC y GIP… lo cual sería ilegal: recuerden que Rioja (sociedad controlada en un 74,27% por el fondo CVC y en un 25,73% por Corporación Financiera Alba -o sea, los March-) tiene el 20,7% de Naturgy y el fondo estadounidense GIP, el 20,6%.

La ruptura es total entre Criteria y los tres fondos (CVC, GIP e IFM), pero sólo perdonará a CVC si hay dos movimientos. Primero, si da marcha atrás y se da de baja de la alianza con IFM y GIP. Y segundo, si se mantiene el statu quo: es decir, que Criteria seguirá nombrando al presidente y CEO de Naturgy, y que los tres fondos no van a tener mayoría en su Consejo de Administración. Y esto llega en plena bronca entre la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera: a la primera parece que ahora no le hace tanta gracia la oferta del fondo australiano, mientras la segunda sigue defendiendo que no es cortoplacista. Ojo, porque se prevé que el Consejo de Ministros se pronuncie sobre la oferta a finales de mes, dando su visto bueno, aunque con condiciones. Y después sería el turno de la CNMV, que parece que tiene todo listo para aprobar el folleto de la OPA, y el fondo australiano propondría un plazo (de 15 a 70 días) para que los accionistas de Naturgy decidan si acuden o no.

Paralelamente, conviene destacar que IFM forma parte de un consorcio junto a GIP y QSuper que ha presentado una oferta de 8,25 dólares por acción por el aeropuerto de Sidney, la cual ha sido rechazada, como se esperaba. La respuesta de la junta directiva del aeropuerto previa al rechazo fue ya bastante dura: IFM es propiedad de los grandes fondos de jubilación de Australia y no pierde demasiadas batallas de adquisición, pero también tiene mucho capital político (es decir, muchas influencias políticas) y voluntad de corto plazo, recordándole que el aeropuerto es un activo altamente estratégico con un contrato de arrendamiento de 76 años. Claro que lo que persigue la junta directiva es una oferta que tenga un 9 delante, o sea, más dinero, así que dado que IFM no suele soltar una presa, si quiere el aeropuerto de Sidney deberá subir su oferta.