Crisis institucional en el laboratorio danés Novo Nordisk, vendedor de dos medicamentos exitosos como Ozempic (contra la diabetes tipo 2, aunque también se utiliza para perder peso) y Wegovy (contra la obesidad).
Han dimitido el presidente, Helge Lund, el vicepresidente, Henrik Poulsen, y cinco consejeros independientes (Laurence Debroux, Andreas Fibig, Sylvie Grégoire, Christina Law y Martin Mackay), que han anunciado que no concurrirán a la junta extraordinaria de accionistas del próximo 14 de diciembre, debido a discrepancias con la Fundación Novo Nordisk, accionista mayoritario de la farmacéutica.
La Fundación Novo Nordisk controla el 100% de Novo Holding, sociedad que a su vez ostenta el 77,28% de los derechos de voto y el 28,05% del capital de la farmacéutica danesa por medio de acciones clase A, no cotizadas, y acciones clase B.
Cuando lo lógico hubiera sido 'una acción, un voto'.
Helge Lund, presidente del consejo de Novo Nordisk, declaró: "Tras el diálogo con la Fundación Novo Nordisk sobre la futura composición del consejo de administración, no se ha logrado un consenso". Y es que el consejo buscaba nuevos miembros que aportasen nuevas competencias, peor la Fundación quería cambios más ambiciosos. En consecuencia, añadió Lund: "El Consejo concluyó que lo mejor para la empresa y sus accionistas es convocar una junta general extraordinaria para elegir a los nuevos miembros del consejo y así aclarar la futura gobernanza de Novo Nordisk".
Cabe recordar que el pasado 10 de septiembre, el laboratorio anunciaba la supresión de 9.000 puestos de trabajo, de los 78.400 puestos de la compañía, con aproximadamente 5.000 recortes previstos en Dinamarca.
El laboratorio destacó en nota de prensa que "la transformación refleja el compromiso de la compañía de satisfacer la creciente demanda global, a la vez que compite en un mercado de la obesidad más dinámico e impulsado por el consumidor, como lo demuestra la reciente desaceleración del crecimiento. En los últimos años, el rápido crecimiento de Novo Nordisk ha incrementado la complejidad y los costos organizacionales. La transformación busca abordar esta complejidad, para que Novo Nordisk pueda invertir más en su ciencia, capacidades comerciales y en la aceleración de la producción, con el objetivo de llegar a los millones de personas que aún no reciben tratamiento".
Y es que, como ha explicado Hispanidad, la competencia ha hecho estragos en Novo Nordisk (y también los aranceles, aunque en mucha menor medida).
Además, Novo Nordisk ha sufrido una caída del valor de sus acciones que ha alcanzado el 45% en los últimos doce meses, debido a ensayos clínicos fallidos y a previsiones de beneficios a la baja. Aunque, eso sí, en los 6 primeros años de vida de su medicamento estrella, Ozempic, llegó a quintuplicar su valor de mercado.












