La primera Junta Extraordinaria de Accionistas del Sabadell, celebrada este miércoles, ha servido, además de para decidir la venta de TSB al Santander, para tomar el pulso a los accionistas de cara a la OPA hostil del BBVA. Pues bien, el cierre de filas en torno al presidente, Josep Oliu, y al CEO, César Gónzalez-Bueno, ha sido total.

Para empezar, el quórum fue del 74,82% (del 71,08% sin contar con la última amortización de autocartera), el más elevado de los últimos 20 años y superior, incluso, al de la última Junta General Ordinaria, celebrada el pasado 20 de marzo (70,28%). Y eso que estamos en agosto. También fue muy superior al de la segunda Junta Extraordinaria (69,35%), celebrada poco después en el mismo recinto -Fira de Sabadell-, a las 13:00 horas, que aprobó el mega dividendo de 2.500 millones.

Lo más importante, en cualquier caso, fue la casi unanimidad en la votación: cero ‘noes’ y cero abstenciones, como afirmó el secretario del Consejo, Miquel Roca i Junyent. La venta de la filial británica al Santander se aprobó con el 99,66% de apoyos (del 74% presente y representado), porcentaje en el que se incluyen fondos de inversión, provocando además un sonoro aplauso de los presentes.

En el turno de preguntas, cinco intervenciones, todas a favor. Antes, el presidente reiteró que la venta de TSB es independiente de la OPA del BBVA, pero lo cierto es que desincentiva enormemente a los accionistas del Sabadell para que acepten la oferta del BBVA. Sobre todo por el dividendo prometido (50 céntimos por tíitulo, unos 2.500 millones de euros en total) y que fue aprobado en la segunda Junta Extraordinaria celebrada a las 13:00 horas.

Oliu volvió a esgrimir argumentos ya utilizados para cuestionar la OPA como, por ejemplo, la falta de sinergias tras la prohibición del Gobierno a la fusión, al menos durante tres años prorrogables a cinco. Según el presidente del Sabadell, el BBVA también debería explicar los riesgos que conlleva aceptar la OPA, una operación rechazada por asociaciones, clientes, accionistas y empleados. “Esto nos preocupa”, afirmó.

Tras el refrigerio preparado por el banco, los accionistas se volvieron a reunir a las 13:00 horas para aprobar el dividendo. Por si todavía había algún despistado, Oliu recordó que sólo podrán cobrar los 50 céntimos por título los que no acudan a la OPA del BBVA. "Es importante precisar que si no se es accionista en el momento del pago del dividendo extraordinario, previsiblemente en abril de 2026, no se podrá cobrar dicho dividendo extraordinario", aclaró Oliu.

Fue en el turno de ruegos y preguntas cuando se escucharon las únicas voces discordantes, la de los sindicatos UGT y la Intersindical. Ambos reivindicaron el papel de la plantilla y la falta de reconocimiento, más allá de las palabras, por parte de la dirección. Los sindicatos dudan de que la venta de TSB y el pago del mega dividendo vayan a mejorar la situación de los empleados.

En definitiva, las dos juntas supusieron un importante cierre de filas en torno al Consejo y al equipo directivo del Sabadell y el rechazo implícito, y muy mayoritario, a la oferta del BBVA. Ahora veremos si Carlos Torres sigue adelante con la OPA -la CNMV podría aprobar el folleto en septiembre- o, por el contrario, y vistas las juntas de este miércoles, decide retirarla.