Borja Prado, (todavía) presidente de Mediaset España, está en horas bajas y ni siquiera puede presumir de unos buenos resultados trimestrales de Mediaset España, justo antes de la fusión con la matriz MFE (Media for Europe). Y esto sin olvidar la humillación que sufrió por parte de Alessandro Salem, representante de Pier Silvio Berlusconi, en la entrevista publicada a mediados de mayo en El País.

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Brevemente: los ingresos se redujeron un 3,5% y no superaron los 181,5 millones de euros, de los que 166,8 millones correspondieron a ingresos publicitarios brutos, que cayeron un 4,7% respecto al primer trimestre de 2022. El resultado de explotación (Ebit) fue de 28,8 millones, prácticamente el mismo que el obtenido en 2022, que alcanzó los 29,9 millones. ¿Cómo logró evitar una mayor caída? Reduciendo un 3,4% los costes, que fueron de 152,7 millones, según el comunicado remitido el miércoles por la compañía.

Y todo esto en un contexto de cambios en la parrilla tras el anuncio de cancelación del programa estrella de Tele5, Sálvame. No lo vamos a echar de menos.