Bayer ganó 4.150 millones de euros en 2022, un 315% más respecto al año anterior, ha informado la farmacéutica alemana, mientras que ganó 3.539 millones de euros hasta septiembre. 

Asimismo, las pastillas anticonceptivas -potencialmente abortivas- Yaz, Yasmin y Yasminelle se vendieron hasta septiembre por importe de 606 millones, frente a los 562 millones de los nueve primeros meses del año pasado, o sea, un 7,8% más. Y las ventas de DIU Mirena, Kyleena y Jaydess se incrementaron un 10,1%, a 978 millones. 

Los ingresos el año pasado alcanzaron los 50.739 millones de euros, un 15,1% más. El segmento de cultivos facturó 25.169 millones de euros, un 24,6% más. El segmento de salud del consumidor ingresó un 14,9% más, hasta 6.080 millones de euros. Y la división farmacéutica facturó un 4,9% más, hasta 19.252 millones de euros.

El presidente del consejo de dirección de Bayer, Werner Baumann, ha explicado: “Tras dos años consecutivos de crecimiento cercano a los dos dígitos, anticipamos este año que nuestro negocio continuará avanzando y crecerá entre en un 2% y un 3% en 2023”.

Bayer prevé unas ventas anuales de entre 51.000 y 52.000 millones de euros.

Asimismo, el consejo de supervisión de la compañía propondrá a la junta anual de accionistas un dividendo de 2,40 euros por acción, un 20% más que el anterior. Se distribuirán en total 2.358 millones de euros por el ejercicio fiscal 2022.

El negocio de la muerte es un buen negocio, especialmente ahora, cuando el aborto más practicado, grandes a los muy científicos avances de los laboratorios, no es el aborto quirúrgico sino el químico. Recuerden lo que siempre se oculta: actualmente, todos los anticonceptivos que se venden en la farmacia son potencialemente abortivos. Es decir, pueden actuar antes o después de la fecundación.