Los bancos aumentan las comisiones por mantenimiento a pesar del avance de la digitalización
Cuando los tipos de interés estaban en el cero por ciento o incluso por debajo, las comisiones se convirtieron en la tabla de salvación de la banca doméstica, que buscaba negocio hasta debajo de las piedras. En esa búsqueda encontró, además, que las mejores comisiones eran las de gestión de activos fuera de balance, esto es, de fondos de inversión, ya que no dependen de la evolución del fondo.
La polémica surge cuando, tras subir el Banco Central Europeo (BCE) los tipos hasta el 4,5%, los bancos no sólo no han bajado las comisiones sino que las han aumentado. Hablamos de comisiones de mantenimiento de clientes no vinculados, esto es, que no están atados al banco con la hipoteca, la nómina, las tarjetas, un seguro de vida…
Pero mientras suben las comisiones en banca doméstica, bajan en banca privada, es decir, las comisiones por gestión de activos fuera de balance. Y lo han hecho con fuerza durante este año para atraer a los ahorradores, muy tentados con otras opciones como las letras del Tesoro. En definitiva, mientras suben las comisiones por ser el sistema de pagos del país, bajan por la gestión de fondos, que no aporta, ni mucho menos, el mismo servicio a la sociedad.
Mientras tanto, el Euribor continúa su escalada y ya está -mes de septiembre- en el 4,14%, frente al 4,07% de agosto. Está en máximos desde finales de 2008 y supone un encarecimiento de 160 euros al mes de una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años y un diferencial de un punto.
¿Que por qué la banca tiene mala imagen? ¿Cómo la va a tener si cuando puede hacerlo no baja las comisiones de mantenimiento y, además, retrasa la remuneración de los depósitos y, encima, reduce las comisiones en banca privada para atraer clientes? No decimos que los bancos no tengan que ganar dinero, sino que, cuando llega el momento, bajen las comisiones con la misma prontitud con la que las subieron. Es lo mínimo.