Schindler sigue a la baja tanto en bolsa como en beneficio al cierre del primer semestre, al igual que ya se vio en los tres primeros meses del año. Y es que gana un 35% menos hasta junio, por culpa de los problemas en la cadena de suministros, el empeoramiento de la situación de China y la inflación creciente, como ha explicado su presidente y CEO, Silvio Napoli.

El fabricante suizo de ascensores, escaleras mecánicas y puertas automáticas afronta “un mix único de desafíos sin precedentes en su magnitud y complejidad”, ha subrayado Napoli, lo que ha provocado que el beneficio neto cayera un 34,9%, a 301 millones de euros. Por su parte, los ingresos se han reducido sólo un 2,9%, a 5.445 millones, porque el aumento de los registrados en Europa, Oriente Próximo y África han compensado los descensos en la región de Asia-Pacífico por los confinamientos de China.

Schindler tampoco ha recuperado terreno perdido en bolsa, donde su cotización acumula ya una depreciación del 39% en el último año, situándose en unos 178 euros. En nuestro país, se sitúa tras la estadounidense Otis y la alemana TK Elevator, entre los principales protagonistas del sector de ascensores, y por delante de la cooperativa vasca Orona y la finlandesa Kone. Además, sucifra global de nuevos pedidos ha seguido creciendo: un 3% en el primer semestre, hasta 6.343 millones, situando la cartera de pedidos en 10.449 millones (+7,2%).