Ahora se ha constatado que a Orona le ha sentado muy bien haber abandonado Corporación Mondragón en diciembre de 2022, pues sus números se han movido al alza desde entonces. De hecho, en 2024, no sólo ha elevado ingresos y resultado bruto de explotación (ebitda), como ya se vió en la Asamblea General Ordinaria celebrada el pasado abril, sino que también ha crecido el beneficio neto, como ha informado Expansión.

Este fabricante de ascensores es el quinto grupo europeo en dicho negocio, tiene su sede en Hernani (Guipúzcoa) y emplea a 6.486 personas. Sus ingresos han subido un 10% y superaron, por primera vez, la barrera de los 1.100 millones, alcanzando los 1.110 millones. De esta cifra, las ventas han aportado 579,5 millones (+10,7%) y los servicios, 531 millones (+9,5%).

Por su parte, el ebitda ha crecido un 17%, a 168 millones. En el caso del beneficio neto, el aumento ha sido del 9,6%, pasando de 104 millones a 114 millones, y muy lejos de los 67,8 millones que ganó en 2022 (el último año que estuvo dentro de la Corporación Mondragón).

Orona está presente en 13 países y está revisando al alza su plan estratégico a 2030, a pesar de que en 2024 las inversiones han bajado notablemente, situándose en 18 millones, frente a las de 64,1 millones de 2023. Eso sí, el grupo vasco -dedicado a ascensores, escaleras mecánicas, rampas, salvaescaleras y plataformas elevadoras- es prudente en la previsión de ganancia para este año y estima un nivel similar al de 2024 (114 millones) dependiendo de que “el contexto internacional posibilite el mantenimiento de la actividad”.

No hay que olvidar que la Corporación Mondragón no sólo vivió el adiós de Orona, sino también de la constructora Ulma, empresas que representaban el 15% de las ventas y el 30% del beneficio de la mayor cooperativa del mundo... y que está muy ligada al PNV y a EH Bildu. Desde entonces, tiene que conformarse con los resultados de otras compañías que aún siguen en su portfolio, como la cadena de supermercados Eroski, que también tuvo un buen 2024 en ingresos. En la marcha de Orona y Ulma influyen varios factores, como: que aportaran más de lo que recibían de la cooperativa, que esta última les restara autonomía, el hecho de tener que rescatar a otras empresas (como pasó en su día con Fagor) y hasta un motivo corporativo. En 2011 se buscaba un sustituto para el presidente de Mondragón, José María Aldecoa, y aunque Javier Mutuberria, entonces director general de Orona, estaba entre los candidatos… al final, en el verano de 2016 se eligió a Iñigo Ucín, pero la relación entre este último y Mutuberria no era buena. Por cierto, Ucín se jubiló el pasado verano y le relevó Pello Rodríguez el 1 de agosto de 2024.