
El grupo siderúrgico indio ArcelorMittal ganó 2.975 millones de dólares (2.590 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, un 72% más, ha informado este jueves el principal productor de acero del mundo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Mostrándose "optimista respecto a las perspectivas del negocio en 2026", podemos aclarar que no es oro todo lo que parece, puesto que el beneficio aumenta, pero las ventas caen un 2,8%, quedándose en 46.381 millones de dólares (40.375 millones de euros), en línea, el resultado bruto de explotación (Ebitda) retrocedió un 8,3%, hasta 4.948 millones de dólares (4.307 millones de euros).
Asimismo, al cierre del tercer trimestre, la deuda neta aumentó a 9.100 millones de dólares (7.922 millones de euros), frente a los 8.300 millones de dólares (7.225 millones de euros) al 30 de junio de 2025, debido principalmente a la inversión en capital circulante y a las actividades de fusiones y adquisiciones.
El consejero delegado de la multinacional, Aditya Mittal, ha calificado de "sólidos" los resultados del tercer trimestre, que suele ser "estacionalmente débil", señalando como el acontecimiento más significativo del periodo la propuesta de la Comisión Europea de reforzar las medidas comerciales. "Una vez implementada, esta medida respaldará la capacidad de la industria siderúrgica europea para mejorar la utilización de su capacidad, aumentar la rentabilidad e invertir con confianza en el futuro".
De cara al futuro, podemos echarnos a temblar, porque ArcelorMittal considera que su sólida posición financiera, con perspectivas positivas de flujo de caja libre para 2025 y años posteriores, permite la financiación constante de proyectos de crecimiento orgánico para respaldar la rentabilidad futura y el flujo de caja disponible para la inversión. Y es que lo de crecimiento orgánico suena a más descarbonización y más despidos, como ya es habitual en la familia Mittal.
El grupo con sede en Luxemburgo es amigo de quejarse y despedir, mientras que compran y suben salarios a la familia, hace unos meses, y ya arrastrando malos resultados y con ERE sobre la mesa, se hicieron con con el 28,41% de Vallourec, pagando por ello 955 millones a su primer accionista, el fondo de inversión -y especulativo- Apollo.
Ahora se muestra optimista y pese al aumento del beneficio (aunque con bajada de ventas) y las 'compras', ni una palabra de suprimir el ERE o contratar en España.









