Decíamos que España necesita la energía nuclear, pero no la demagogia verde del Gobierno Sánchez. En este escenario, Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española), ha insistido en que es un error estratégico cerrar las centrales nucleares españolas porque “ofrecen estabilidad a la red y electricidad sin CO2”.

Así lo ha señalado Araluce en el encuentro #MAD20 de la patronal CEIM Confederación Empresarial de Madrid-CEOE. Conviene referir que del aspecto de la estabilidad de la red eléctrica se habla bastante desde el apagón que fundió a negro toda la Península Ibérica durante varias horas el pasado 28 de abril. Por su parte, recordar que la nuclear produce luz sin emitir CO2 viene muy bien justo cuando se está celebrando la 30ª Cumbre del Clima (más conocida como COP30) en Belém (Brasil).

Coincidiendo con los primeros días de la COP30, en la World Nuclear Exhibition (WNE 2025) que tuvo lugar en París (Francia), Foro Nuclear y otras 16 asociaciones nacionales e internacionales de la industria nuclear firmaron una declaración conjunta que reclama un compromiso global para triplicar la capacidad nuclear en el horizonte de 2050, anticipándose a la COP30. Cabe recordar que en la COP29 de Bakú (Azerbaiyán), seis nuevos países se unieron a la declaración ministerial para triplicar la potencia nuclear mundial para 2050, sumándose a los 25 países firmantes originales que lo hicieron en la COP28 de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), y llegando a un total de 31 (entre los cuales, tristemente no está España). Además, cabe esperar que se sumen más países a dicha declaración en la COP30.

Araluce también ha subrayado que actualmente “España es el único país del mundo que, teniendo centrales nucleares operativas, ha planificado cerrarlas”. Por su parte, Miguel Garrido, presidente de CEIM, también ha defendido la energía nuclear al considerar que es “segura, barata y limpia”. Asimismo, después de que Junts se abstuviera en la votación de una enmienda para prorrogar la vida útil de Almaraz, Ascó y Cofrentes, Garrido reiteró que “resulta lamentable que la política se vuelva a imponer a sobre la tecnología, el sentido común y el interés general”.

Y hablando de política, conviene tener en cuenta que la central de Almaraz ha entrado en la campaña electoral de Extremadura... y eso que aún no ha comenzado de forma oficial (lo hará el próximo 5 de diciembre). Hasta el candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo (que está imputado en el caso judicial que protagoniza el ‘hermanísimo’, David Sánchez) se ha mostrado convencido de que “Almaraz no se va a cerrar”, pero quizá debería hablar de ello seriamente con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen. 

Por su parte, hace unos días, el pepero Alberto Núñez Feijóo se ha comprometido como candidato a la presidencia del Gobierno de España que “Almaraz no se va a cerrar, no se va a cerrar. Tenéis mi palabra”. En línea con lo que defiende la candidata del PP y actual presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola.

Sin embargo, Santiago Abascal, líder de Vox, no se ha mostrado tan optimista con los peperos y no les cree. ¿El motivo? “Las políticas climáticas y del Pacto Verde las han aprobado populares y socialistas en Bruselas y son las que están detrás del cierre de nucleares”, ha afirmado, recordando además que el PP cerró la central de Garoña, en Castilla y León.

 

En paralelo, cabe señalar que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya ha envido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la documentación sobre la petición de prórroga que le remitieron las propietarias de Almaraz (Iberdrola, Endesa y Naturgy) para que la estudie desde la perspectiva de la seguridad nuclear y elabore un informe. Recuerden que este aspecto interesa, y mucho, tanto a Sánchez como a Aagesen. Una vez que el CSN acabe dicho informe se lo remitirá al Departamento que dirige Aagesen, que será el que tome una decisión. Esperemos que, por fin, se rectifique sobre el cierre de la central extremeña.