La revista Time -afín al actual presidente demócrata Joe Biden- ha publicado un artículo en el que reconoce que en EEUU se produjo una conspiración antes de las elecciones presidenciales para sacar a Donald Trump del poder.  (Aquí se puede leer en español).

El artículo se titula ‘La historia secreta de la campaña en la sombra que salvó las elecciones de 2020’. Esto es lo que dice literalmente un párrafo del artículo: “Ésta es la historia interna de la conspiración para salvar las elecciones de 2020, basada en el acceso al funcionamiento interno del grupo, documentos nunca antes vistos y entrevistas con docenas de personas involucradas de todo el espectro político. Es la historia de una campaña creativa, decidida y sin precedentes cuyo éxito también revela lo cerca que estuvo la nación del desastre”.

Una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones y cambiar las reglas y leyes, dirigen la cobertura de los medios y controlan el flujo de información

Añade Time: “Los participantes quieren que se cuente la historia secreta de las elecciones de 2020, aunque suene como un sueño febril paranoico: una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones y cambiar las reglas y leyes, dirigen la cobertura de los medios y controlan el flujo de información. No estaban manipulando las elecciones; lo estaban fortaleciendo. Y creen que el público debe comprender la fragilidad del sistema para garantizar que la democracia en Estados Unidos perdure” .

La revista prosigue: “Se estaba desarrollando una conspiración entre bastidores, que redujo las protestas y coordinó la resistencia de los directores ejecutivos. Ambas sorpresas fueron el resultado de una alianza informal entre activistas de izquierda y titanes empresariales. El pacto se formalizó en una declaración conjunta concisa y poco notoria de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la AFL-CIO publicada el día de las elecciones. Ambas partes llegarían a verlo como una especie de negociación implícita, inspirada por las masivas, a veces destructivas protestas por la justicia racial del verano, en la que las fuerzas laborales se unieron con las fuerzas del capital para mantener la paz y oponerse al asalto de Trump a la democracia".

Los ‘conspiradores’ -prosigue Time- “consiguieron que los estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes y ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados

Los ‘conspiradores’ -prosigue Time-  “consiguieron que los estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes y ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados. Se defendieron de las demandas por supresión de votantes, reclutaron ejércitos de trabajadores electorales y consiguieron que millones de personas votaran por correo por primera vez. Presionaron con éxito a las empresas de redes sociales para que adoptaran una línea más dura contra la desinformación y utilizaron estrategias basadas en datos para combatir las difamaciones virales. Ejecutaron campañas nacionales de concientización pública que ayudaron a los estadounidenses a comprender cómo se desarrollaría el conteo de votos durante días o semanas, evitando que las teorías de conspiración de Trump y las falsas afirmaciones de victoria obtengan más tracción. Después del día de las elecciones, monitorearon cada punto de presión para asegurarse de que Trump no pudiera anular el resultado. "La historia no contada de las elecciones son las miles de personas de ambos partidos que lograron el triunfo de la democracia estadounidense en sus mismos cimientos", dice Norm Eisen, un destacado abogado y ex funcionario de la administración Obama que reclutó a republicanos y demócratas para la junta Programa de protección al votante”.

“Proteger las elecciones requeriría un esfuerzo de una escala sin precedentes. A medida que avanzaba 2020, se extendió al Congreso, Silicon Valley y los poderes estatales de la nación. Extrajo energía de las protestas de justicia racial del verano, muchos de cuyos líderes fueron una parte clave de la alianza liberal. Y finalmente llegó al otro lado del pasillo, al mundo de los republicanos escépticos de Trump horrorizados por sus ataques a la democracia”, explica también la revista norteamericana.

Era crucial que los votantes entendieran que, a pesar de lo que decía Trump, los votos por correo no eran susceptibles de fraude y que sería normal que algunos estados no terminaran de contar los votos la noche de las elecciones”, añade la revista

En el complot -explica Time- se involucró también a las plataformas digitales y redes sociales "para que hicieran cumplir sus reglas, tanto eliminando contenido o cuentas que difunden desinformación como, en primer lugar, vigilándolo de manera más agresiva". "En noviembre de 2019, Mark Zuckerberg invitó a nueve líderes de derechos civiles a cenar en su casa, donde le advirtieron sobre el peligro de las falsedades relacionadas con las elecciones que ya se estaban extendiendo sin control. “Fue necesario presionar, instar, conversar, intercambiar ideas, todo eso para llegar a un punto en el que terminamos con reglas y aplicación más rigurosas”, dice Vanita Gupta, presidenta y directora ejecutiva de la Conferencia de Liderazgo en Derechos Civiles y Humanos, que asistió la cena y también se reunió con el CEO de Twitter, Jack Dorsey, y otros".

"Al final, casi la mitad del electorado emitió sus votos por correo en 2020, prácticamente una revolución en la forma en que la gente vota. Aproximadamente una cuarta parte votó temprano en persona. Solo una cuarta parte de los votantes emitieron sus votos de la manera tradicional: en persona el día de las elecciones”. "Era crucial que los votantes entendieran que, a pesar de lo que decía Trump, los votos por correo no eran susceptibles de fraude y que sería normal que algunos estados no terminaran de contar los votos la noche de las elecciones”, añade la revista.

"Todo fue muy, muy extraño", dijo el expresidente republicano el 2 de diciembre. "A los pocos días de las elecciones, fuimos testigos de un esfuerzo orquestado para ungir al ganador, incluso cuando todavía se estaban contando muchos estados clave. En cierto modo, Trump tenía razón", reza otro de los párrafos del artículo.

"Todo fue muy, muy extraño", dijo el expresidente republicano el 2 de diciembre. "A los pocos días de las elecciones, fuimos testigos de un esfuerzo orquestado para ungir al ganador, incluso cuando todavía se estaban contando muchos estados clave. En cierto modo, Trump tenía razón", reza otro de los párrafos del artículo.

El artículo de Time concluye: “La democracia ganó al final. La voluntad del pueblo prevaleció. Pero es una locura, en retrospectiva, que esto sea lo que se necesitó para organizar unas elecciones en los Estados Unidos de América”.

“Todo el entramado publicado por la revista Time no hace más que remitir a las denuncias del expresidente después del 3 de noviembre”, destaca Panam Post.

Outono.net. añade que “la teoría que desarrolla la revista Time podría resumirse en una frase: que el fin justifica los medios. El artículo presenta esa “conspiración” como un intento de salvar la democracia, de forma que crea una peligrosa equiparación entre uno de los candidatos y la democracia en sí. Con ello, lo que demuestra Time es su desconfianza en la propia democracia. ¿Qué clase de campaña para salvar la democracia es la que califica como un “éxito” erosionar la libertad de expresión?”.

Mientras que Libertad Digital denuncia: “El Time asume con orgullo que se perpetró esta conspiración por el bien de la nación. O lo que es lo mismo, para defender la democracia dieron un golpe contra ella por detrás, denuncia también”.  

Y a pesar de todo lo anterior, hoy martes, 9 de febrero comienza el juicio politico contra Donald Trump... ¡a pesar de que está muerto! Sobre eso, si hablan los medios informativos españoles. Sobre lo de la revista Time, cabecera del multimedia más poderoso del mundo, ni una palabra.