Telefónica ha comprado los derechos audiovisuales de las competiciones europeas de fútbol de las temporadas 2021-2022, 2022-2023 y 2023-2024 por 975 millones de euros, es decir, por 325 millones por temporada, según el hecho relevante remitido este jueves por la compañía a la CNMV. Hablamos de la Uefa Champion League, la Uefa Europa League, la Uefa Europa Conference League (nueva competición que se desgajará de la Europa League) y la Uefa Youth League.

La operación supone un giro en la estrategia de la operadora, que consideraba el fútbol como un negocio en decadencia y, sobre todo, muy caro. No hace tanto tiempo -febrero 2018-, la compañía calificó de “exuberancia irracional” el precio de los derechos audiovisuales del fútbol, y cuestionó seriamente renovar unos contratos muy difíciles de amortizar.

Lo más positivo -para Telefónica, naturalmente- es el precio que, aunque elevado, es un 10% inferior a los 1.080 millones que le pagó a Jaume Roures (Mediapro) en la última subasta, en julio de 2018. Además, ahora es Telefónica quien ha adquirido los derechos directamente y en exclusiva a la Uefa, por lo que podrá utilizarlos y, al mismo tiempo, vendérselo a terceros. Tal vez consiga colocárselos al propio Roures para que retransmita los partidos vía internet. Nunca se sabe. El que seguramente pase por caja es Orange, para quien el fútbol sigue siendo clave en su estrategia comercial.

Lo que no cabe duda es que ha sido un semestre lleno de emociones para José María Álvarez-Pallete y no sólo por la fusión de O2 con Virgin Media (Liberty Global) en Reino Unido, sino por las presiones recibidas para ofrecer partidos en abierto con la reanudación de La Liga. Pallete no ha cedido y el fútbol sigue siendo de pago.