Decíamos ayer que la aprobación de los Presupuestos de Pedro Sánchez era un paripé. Consistía el teatrillo en que los separatistas catalanes y vascos (PDeCAT, ERC y PNV) dirían que no hasta que se vieran chantajeados por Pedro Sánchez: o me apoyáis o vuelve la derecha. Y después de Andalucía con más razón.

Pues bien, en la mañana del jueves surgía el cambio: la antigua Convergencia, la ERC de siempre e incluso voces abertzales hablaban de apoyar la senda de déficit, clave para aprobar, a continuación, los Presupuestos Generales del Estado para 2019.

Y alguien podría pensar que Pedro Sánchez pude ceder, a cambio, hasta en el derecho de autodeterminación

Abertzales y separatistas llevan mucho tiempo asegurando que si no hay derecho de autodeterminación, no aprobarán las cuentas de 2019. Ya empiezan a cambiar porque para los intereses nacionalistas, así como para Podemos, Sánchez ni traga según con qué pero el PP no tragaría con nada. Ya ve: no son los separatistas quienes chantajean a Sánchez, sino al revés.

Y en sentido opuesto: alguien podría pensar que Sánchez podría devolver el regalo incluso cediendo en el derecho de autodeterminación. O al menos con gastos en este sentido. Porque los Presupuestos le permiten agotar la legislatura y seguir viajando por el mundo para crearse una buena fama de estadista.