Red Eléctrica ha presentado unos resultados bastante estables hasta marzo, pues aún es pronto para sacar tajada de su última adquisición (Hispasat), que tuvo lugar el pasado 12 de febrero. La compañía que preside el socialista Jordi Sevilla, quien tras la victoria de Pedro Sánchez el 28-A tiene todas las papeletas para seguir en el puesto, ha ganado 191 millones de euros, lo que supone un 1% más que hace un año.

El Ebitda ha ascendido a 405,9 millones, un 0,9% más. Por su parte, la cifra de negocio ha alcanzado los 499,73 millones (+0,6%) por los ingresos de la retribución del transporte de electricidad en España: 16,5 millones de los regulados relativos a la operación del sistema, 24,6 millones de la actividad externa de telecomunicaciones en España y 8,6 millones de la actividad internacional.

Red Eléctrica ha realizado unas inversiones de 71,8 millones (+0,7%), de los que 56,3 millones se han destinado al desarrollo de la red de transporte de España. Asimismo, ha reducido la deuda financiera neta a 4.584,2 millones, frente a los 4.682,7 millones de finales de 2018. Y junto al ligero desapalancamiento, el hecho de haber aumentado un 7% dividendo con cargo a los resultados de 2018, hasta los 0,9831 euros brutos por acción, tiene un gran beneficiado: el Estado, que es dueño del 20% de la compañía a través de la SEPI.