Este lunes, en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2019 en el Congreso, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presumido de no aceptar el concepto de “trabajador pobre que se ha generado por políticas anteriores”. Sin embargo, lastrará el empleo subiendo las cotizaciones sociales: se crearán 800.000 empleos en 2018 y 2019, cuando el ritmo hasta ahora era de unos 500.000 puestos de trabajo anuales, y aunque la tasa de paro será la menor desde 2008, la previsión es que sea del 14%, en lugar de en el 13,8% previsto el pasado octubre.

Montero ha preferido destacar que “España sigue creando empleo”, anunciando que el año pasado la cifra fue de 563.965 puestos de trabajo (3% más), hasta alcanzar los 19 millones de afiliados. Por tanto, la cifra estimada para 2019 sería una creación de 236.035 empleos, pero la ministra ha tirado de un mayor optimismo que sus colegas de Gabinete (sobre todo, la titular de Economía, Nadia Calviño) porque la cifra de 800.000 en dos años es “muy prudente y conservadora”, “un dato aproximado afectado por la senda de deficit”, pero “la suma total puede ser superior a la previsón de Economía y Trabajo (baraja la creación de unos 400.000 empleos)”, ha anunciado.

Aumenta el Salario Mínimo Interprofesional un 22,3%, lo que conlleva una subida de la base mínima de cotización en ese mismo porcentaje

Claro que la piedra a tanto optimismo puede estar en la subida a las cotizaciones sociales, cuyos ingresos ascenderán a 123.584 millones de euros (un 7,5% más respecto al año anterior). Esto se explica por el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) un 22,3%, que conlleva una subida de la base mínima de cotización en ese mismo porcentaje; un incremento en la base máxima de cotización del 7% y en la de los autónomos.

Montero ha señalado que estos PGE “combinan luces largas pero también luces cortas para cambiar unas políticas económicas que no han dado resultado” porque no se ha salido procedimiento de déficit excesivo, no se ha ganado en competitividad, no ha fomentado la cohesión social ni territorial. Además, “defienden la igualdad frente a los que quieren retrotraernos a tiempos oscuros”, lo que parece una alusión a Vox tras su irrupción en el Parlamento andaluz y su influencia para desbancar al PSOE de la Junta de Andalucía, junto a PP y Ciudadanos.

Otro aspecto del optimismo imperante en el Gobierno: Montero ha subrayado “la moderación del crecimiento de la economía a nivel global” por el auge del proteccionismo, debido al conflicto comercial; la incertidumbre del Brexit o el endurecimiento de la política monetaria. “Quiero mandar un mensaje de tranquilidad frente a los augurios catastrofistas” y “de seguridad basado en datos porque la economía española creció un 2,6% en 2018”, por encima de la media europea.

La ministra ha subrayado que “no se suben los impuestos a la clase media”, algo que se puede poner en duda

Asimismo, Montero no ha perdido la oportunidad de criticar la irresponsabilidad de PP y Cs por rechazar la senda de déficit del Gobierno Sánchez, pues ha implicado 6.200 millones menos para la inversión y para el Estado del Bienestar. Por eso, ha hecho un llamamiento para que apoyen estos Presupuestos o se abstengan y “no pongan ruedas en el camino”. Un dicho novedoso, pues en realidad se habla de no poner piedras en el camino. Y es que a Montero le cuesta encontrar aspectos en las cuentas para que alguien vote en contra de las mismas.

La ministra ha subrayado que “no se suben los impuestos a la clase media”, algo que se puede poner en duda, si se tiene en cuenta el incremento del SMI y de las cotizaciones sociales. Pero Montero prefiere fijarse en que el 99,5% de los contribuyentes no verán modificada su retribución por IRPF para defender su argumento.

Asimismo, ha defendido la “importante mejora en renta disponible porque se mejora sanidad, educación, dependencia…” y que el gasto social represente un 57% del presupuesto total “para que los ciudadanos disfruten de este colchón de seguridad”. Y en su opinión, los que no crean que sea importante hacer este gasto social “probablemente no estén atendiendo a la vocación de constitucionalidad”.

Montero ha tirado algunos balones fuera hacia los departamentos de Fomento, Seguridad Social o Tesoro para dar más detalle de las cifras

Dentro de este gran gasto social, Montero ha destacado los 153.864 millones que representan las pensiones públicas (+6,2%) por la revalorización que beneficiara a más de 9,5 millones de pensionistas. Asimismo, más de 6,8 millones de personas se verán favorecidas por la supresión del copago farmacéutico para los que cobren menos de 11.200 euros anuales y para los que sean perceptores de la prestación económica por hijo o menor a cargo.

Montero ha tirado algunos balones fuera hacia los departamentos de Fomento, Seguridad Social o Tesoro para dar más detalle de las cifras. Aunque no ha perdido la ocasión de referir que la inversión en Cataluña subirá 66%, representando un 18,5% del total, hasta los 2.251 millones, pues depende, en gran parte, de los separatistas catalanes para sacar adelante estos PGE. Además, ha remarcado que la dotación de 125 millones (+102%) para elecciones y partidos políticos se explica por las próximas autonómicas, municipales y europeas, pero “que nadie piense que hay un anuncio encubierto de elecciones generales”, insistiendo en la tesis de su jefe de agotar la legislatura.