Hispanidad siempre ha condenado la utilización de embriones humanos congelados -es decir, aquellos que  sobran de las fecundaciones in vitro-  para la experimentación científica, médica o de cualquier otra índole.

Y esto es así porque cada embrión humano, desde el momento de la fecundación -la unión de un óvulo y un espermatozoide- es  ya una persona distinta -con su propia identidad genética, distinta a la del padre y la madre- y merecedora del respeto a su dignidad humana. Es lo que Benedicto XVI resumía con la frase: "Dios ama al embrión".

En España, la Ley 45/2003, de 21 de noviembre, autorizó la utilización, con fines de investigación, de los embriones --la ley los llama eufemísticamente ‘preembriones’-- que se encontraban crioconservados con anterioridad a su entrada en vigor -noviembre de 2003-, aunque bajo condiciones muy restrictivas.

Posteriormente, la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida permite la donación de los ‘preembriones’ "con fines de investigación".
 
Todos estos ‘preembriones’ cuentan con un máximo de 14 días de vida. Esto es así porque se piensa que la vida humana se da a los 14 días después de la fecundación..

En este contexto, el Observatorio de Bioética informa de que ahora, se pretende extender las investigaciones con embriones humanos más allá de los 14 días.

Se trata de un conjunto de científicos, agrupados en la ‘International Society for Stem Cell Research’ (ISSCR), que no se conforma con que la manipulación de los embriones se limite a los primeros 14 días de su vida, por lo que están preparando una guía de recomendaciones que permita extender las investigaciones con embriones humanos más allá de esa fecha. “Es decir, la ISCCR pretende erigirse en la voz de la ética en la investigación con embriones humanos, determinando qué es éticamente aceptable o no. Si dicha norma se aprueba, se podría estudiar, y potencialmente manipular, el desarrollo embrionario, cosa que, a su juicio, incluso abre la posibilidad de la ectogénesis, es decir, de que los animales, e incluso los humanos, puedan desarrollarse fuera del útero materno, en un útero artificial”, explica el Observatorio de Bioética.

“De todas formas, no todos los miembros de la ISCCR, apoyan la idea de que se permita utilizar embriones humanos de más de 14 días para investigaciones biomédicas, aunque los que así opinan son una minoría, pues la gran mayoría de ellos sostienen que si esta norma se aprueba se podría mejorar la fecundación in vitro y también limitar, cuando no eliminar, los nacimientos de niños discapacitados o con trastornos hereditarios congénitos”, añade el Observatorio de Bioética.

“Incluso otros extienden más allá los posibles beneficios, al afirmar que será un importante paso desarrollar la ingeniería genética en humanos y para utilizar la edición genética y otras modificaciones genómicas. Sin duda, todo ello, con aparentes beneficios para la investigación y la mejora de los seres humanos, pero con el insalvable escollo ético de que nunca un posible beneficio puede justificar el utilizar medios no éticos para conseguirlo, como en este caso es la manipulación y posible destrucción de embriones humanos”, concluye el Observatorio de Bioética.