Decíamos ayer… que los obispos españoles se han equivocado al ir, aun más allá que el Gobierno español y prohibir las eucaristías públicas. Pues bien, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha pedido hoy lunes, 27 de abril, 42 días después del decreto del estado de alarma, que se pueda volver a celebrar la Santa Misa con asistencia de público.

La verdad es que, habrá que insistir, el Gobierno Sánchez no prohibió las misas. Fue mucho más sutil: prohibió a los españoles ir a misa. Fueron los propios obispos quienes las prohibieron, al menos buena parte de ellos. 

Por tanto, lo que tiene que exigir la Iglesia es que los católicos podamos circular libremente… también hacia la Iglesia.

Y de paso que la policía deje de profanar las celebraciones eucarísticas… aunque este mensaje también compete al alcalde pepero de Madrid, señor Almeida

Y de paso que la policía deje de profanar las celebraciones eucarísticas… aunque este mensaje también compete al alcalde pepero de Madrid, señor Almeida, ese chico tan católico que se deja fotografiar en la Almudena mientras permite que sus guindillas profanen una celebración eucarística, con allanamiento de morada incluido, en la Iglesia de San Jenaro de Madrid: ¡Valiente hipócrita está hecho usted señor alcalde!