En España, en diciembre de 2020, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición de ley de eutanasia para regular el acceso a la eutanasia activa. El proyecto de ley de eutanasia actualmente se debate en el Senado.

En ese contexto, conviene insistir en el daño que va a suponer esta ley para la sociedad española en general y para los pacientes más débiles y vulnerables en particular.

Y lo advierten dos profesionales de reconocido prestigio. Por un lado, el actual presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez Sellés, quien en una entrevista en El Mundo que recogió Hispanidad, ante el argumento de que el médico no va a hacer nada que el paciente no le haya pedido, recordaba lo que está ocurriendo en Holanda: “Hay pacientes que no están en sus plenas facultades. Las enfermedades avanzadas deterioran la capacidad cognitiva. Cuando se apruebe la ley, puede haber la incertidumbre de si es el hijo el que quiere la herencia. Espero que alguien lea esta entrevista dentro de 10 años. Ojalá me equivoque, pero se estará aplicando la eutanasia a pacientes que no la han solicitado”.

Sobre el caso holandés, explicaba que “la eutanasia se empezó a utilizar en unos supuestos muy concretos, pero a medida que ha pasado el tiempo se produce ‘la pendiente deslizante’ y esos supuestos se han ido cayendo. Hoy en día, en Holanda, están aplicando la eutanasia a ancianos con demencia, a enfermos mentales y a niños con discapacidad, es decir, pacientes que por su propia condición clínica no tienen la capacidad de solicitarla”.

Montalvo pidió que no se usen "los casos que conmueven, excepcionales" para abrir "la puerta a una cultura de la muerte" poniendo en "riesgo" a los "más vulnerables", como mayores o personas con discapacidad

“La eutanasia va contra el juramento hipocrático y el código deontológico de los médicos. Además, la Asociación Médica Mundial la ha condenado de forma clara y explícita”, recalca este médico, que insiste en que “destruye la relación de confianza médico-paciente. Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación”, añadió Martínez Sellés.

Otro argumento es el de personas que piden la eutanasia en España por el dolor insoportable. El Mundo hablaba del marido de María José Carrasco, único procesado por eutanasia en este país, que aseguraba que su mujer estaba seis horas seguidas gritando de dolor. Martínez Sellés afirma que “eso es totalmente inhumano y significa que esta mujer no tenía unos cuidados paliativos adecuados. Con los avances que hay en medicina, no debería darse esa situación en ningún caso. De hecho, existe un recurso extremo que nosotros aplicamos en el día a día, que es la sedación paliativa”. Concretamente, la sedación paliativa consiste en que “si yo tengo un paciente que tiene mucho dolor o no tengo capacidad de controlar los síntomas, puedo sedar al paciente, aún a riesgo de que pierda el conocimiento. Eso no tiene ningún problema desde un punto de vista ético. Si el paciente se muere, eso no es eutanasia, sino un efecto secundario no deseado”.

El otro profesional que se ha manifestado en contra de la eutanasia es Federico de Montalvo, presidente del Comité de Bioética, quien pidió retirarla: “No hay garantía que impida la pendiente resbaladiza”. Y pidió que no se usen "los casos que conmueven, excepcionales" para abrir "la puerta a una cultura de la muerte" poniendo en "riesgo" a los "más vulnerables", como mayores o personas con discapacidad, recogió Hispanidad.