Los resultados de las centrales nucleares hay que mirarlos con lupa porque son proyectos a largo plazo, con lo que eso implica en los cálculos, muy amplios, para amortizar las inversiones. En cualquier caso, ya están en el registro las cuentas de Iberdrola Generación Nuclear, la filial con activos como Cofrentes (en la imagen), que perdió 110,87 millones en 2017. Es un 64% menos que en 2016 pero el resultado aporta alguna luz al encendido debate de las eléctricas con el ministro Nadal por los impuestos al sector.

Ese debate no sólo no se ha resuelto -las eléctricas exigen una fiscalidad más benévola-, sino que se ha enredado más con otros focos de tensión, como el cierre de plantas. A Nadal no le gustó un pelo ver que ya no podía hacer nada contra el cierre del Garoña, pero ingenió después un decreto ley que torpedeo hasta Competencia (la CNMC).

Iberdrola culpa de las pérdidas en 2017 de su filial a fiscalidad, que se comió el 39% de los ingresos, con el agravante, como en 2016, de la caída de precios, sin correctivo posible tras la última reforma energética.

La facturación mejora un 27%, a 1.209 millones, pero pagó 461 millones en impuestos, un 39% de los ingresos

Las condiciones climatológicas -2017 fue un año marcado por la sequía- tuvieron un efecto positivo en la facturación, que aumentó un 27% más, hasta 1.209,2 millones, pero pagó 461 millones en impuestos (un 39% de los ingresos) y destinó 98,6 millones a inversiones de mejora o recarga de combustible.

Los 461 millones incluyen la aportación de 165 a Enresa para gestionar los residuos nucleares, otro fantasma avivado por Nadal, que ha insinuado pedir más a las eléctricas para paliar el déficit. Sánchez Galán se niega y recurre a un problema de Enresa en la gestión de los fondos pagados con ese fin durante años.

Las cifras, en cualquier caso, confirmadas por Iberdrola, dan la razón a Galán, que exige una mejora de la fiscalidad para que el negocio no sea una ruina. La filial suma ya cinco años en números rojos (309 millones de 2016; 311 en 2015; 311 en 2014 y 232 en 2013, como informó Europa Press con los datos remitidos al Registro Mercantil.)

José Bogas, consejero delegado de Endesa, sin embargo, no piensa lo mismo para cuadrar las cifras. Defiende que viene a salir lo comido por lo servido, contando impuestos sin amortización para un Ebitda positivo, como explicó a Hispanidad.

Iberdrola es más beligerante que Endesa con el ministro por el modelo distinto de negocio

Cierto es que son eléctricas con modelos de negocio distintos. Endesa, limitada a un perímetro nacional, depende mucho más que Iberdrola de la generación de las centrales.

Iberdrola no se niega a la continuidad de las centrales nucleares -el Gobierno, el Foro Nuclear y la comisión de expertos para el cambio climático consideran necesaria esa energía para cumplir las metas medioambientes sin que se disparen los precios-, pero insiste en la “fuente de incertidumbre” y su propio calendario de amortización con la prolongación de la vida útil de las centrales con la renovación de permisos.

La primera en pasar ese trámite será la central cacereña de Almaraz, pero los propietarios -Iberdrola, Endesa y Gas Natural, con un 53 %, 36% y 11%, respectivamente- no han presentado aún la solicitud para alargar la vida útil. Tienen un año por delante para hacerlo.