Pablo Casado asegura sentirse presionado para integrarse en otra candidatura. En la de Soraya. Dolores de Cospedal asegura que no le importaría unirse a Soraya tras la primera vuelta. Doña Dolores tiene miedo.

Hasta García Margallo y José María García Hernández, que aseguran no tener nada que esconder, saber que puede llegar a cualquier sitio la guerra de dosieres que ha iniciado la candidata Soraya Sáenz de Santamaría, por su mano derecha, María G. Pico, una de las mujeres más informadas de España y de las más progresistas, más conocida como ‘La Caracoles’. Esto es una guerra de dosieres y aquí vale todo.

Otro de sus colaboradores más próximos es Enrique Lasso de la Vega

Dosieres que amenazan hasta al mismísimo expresidente Rajoy que ahora sí está interviniendo en campaña. A favor de Soraya y a la fuerza. Por ejemplo, Javier Arenas ha recibido orden de apoyar en todo a Soraya. Recuerden que el PP ha hecho el ridículo, el más espantoso de los ridículos: tras presumir de 800.000 militantes es posible que sólo voten la décima parte. Vamos, que a la altura de Podemos.

La exvicepresidenta cuenta con El Mundo, porque Antonio Fernández Galiano es fiel a sus clásicos, además de seis años al frente del CNI, la inteligencia –o eso dicen- del país.  

El expresidente del Gobierno ha encargado a Javier Arenas que se vuelque con Soraya.

Otro hombre importante dentro el equipo Soraya es Enrique Lasso de la Vega Valdenebro, conde de Casa-Galindo, 34 años, hasta ahora director general de Relaciones con las Comunidades Autónomas y Entes Locales de Presidencia del Gobierno. Es cierto que Soraya no tiene el apoyo del partido pero sí el del Gobierno.

La candidata utiliza con intensidad a Antonio Fernández-Galiano

Soraya, en efecto, es la candidata mejor situada pero no siempre juega limpio.