Un cuarto de siglo atrás, los italianos inventaron el compromiso histérico, que no histórico, entre el Partido Comunista y la Democracia Cristiana.

Sí, tuvo éxito y al final aquella amalgama progre, proveniente de la pervertida Democracia Cristiana y del decadente Partido Comunista Italiano (PCI), termina en una macedonia de comunistas socialistas, socialdemócratas y democristianos, un mix que luego se llamó Partido Democrático (PD).

Pues bien, ahora el M5S (Movimiento 5 Estrellas), preferentemente majadero, medio populista, euroescéptico y preferentemente vacío de contenido se alía con ya histérica mezcolanza de un partido que va desde el comunismo al cristianismo.  

Varios países europeos viven una curiosa tendencia hacia el partido único, reflejo del pensamiento único

Y esto significa que el presidente italiano Sergio Matarella ha pedido a Guiseppe Conte que forme un Gobierno con los populista de M5S y los ‘no-se-sabe-qué’ del Partido Democristiano, mayormente progres.

Se me olvidaba, el malo es Matteo Salvini.

Lo más importante de todo es que varios países europeos viven una curiosa tendencia hacia el partido único, reflejo del pensamiento único reinante en todo Occidente.

A los mercados financieros les ha gustado el nuevo compromiso histérico italiano. Natural, lo que quieren es estabilidad 

Porque si lo que queda enfrente del binomio PD-5MS es la Liga Norte… ¡Joé con la alternancia política en Italia! Por cierto, el M5S pasa de pactar con uno a pactar con su contrario. ¡Cuánta coherencia!

Por cierto, la prima de riesgo y los mercados han reaccionado bien a este nuevo compromiso histérico italiano. Natural: a los mercados financieros les es igual uno que otro, lo que quieren es que nada cambie. Estabilidad, aunque sea la estabilidad de los cementerios.