Indra le ha comunicado este viernes a los sindicatos su intención de reducir la plantilla de la filia de Sistemas en 240 trabajadores, esto es, el 3,8% de los 6.200 empleados de esta división que incluye Defensa y Seguridad, Transporte y Tráfico Aéreo. El ajuste es importante, además de por el número de afectados, por el hecho de tratarse de la parte del negocio que aporta más margen a las cuentas de la compañía. No parece, por tanto, que el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a engordar la cartera de pedidos de Indra en materia de Defensa.

La reestructuración de Indra, por tanto, ha comenzado. Y es que el ajuste anunciado este viernes se une al planteado hace tres semanas en la filial de Soluciones Tecnológicas de la Información (ISTI) y que afectará a 1.036 trabajadores, el 8% de los 13.000 empleados de esa filial.

Estamos hablando de un ajuste total de 1.276 trabajadores en España, el 4,5% del total de la plantilla de Indra en nuestro país, que asciende a 27.960 empleados. La plantilla total de Indra asciende a 47.920 trabajadores.

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Lo cierto es que la situación de Indra se ha deteriorado en los últimos meses. El confinamiento decretado por el Gobierno en marzo para, supuestamente, salvar vidas frente al Covid, golpeó a la compañía de manera significativa, como lo hizo a otras empresas de servicios que destinan a un buen número de sus trabajadores a la sede de sus clientes.

Ahora bien, mientras otras compañías se acogieron a ERTE, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, obligó a Fernando Abril-Martorell a retirar el expediente temporal de empleo que había planteado para hacer frente a la situación. Es lo que ocurre cuando presides una empresa cuyo máximo accionista es el Estado, con casi el 19% del capital.

La próxima reunión sobre el ERE en Sistemas se celebrará el viernes 13 de noviembre. CCOO se ha opuesto rotundamente al ajuste.