Centremos la cuestión. Ahora mismo, en el sector bancario, nadie sabe qué fusiones va a haber y ni tan siquiera Caixabank y Bankia, aunque todo marcha rodado, pueden asegurar que la suya se confirmará.

Como asegurara el CEO del Santander José Antonio Álvarezla banca española está paralizada, y el Gobierno, pendiente de la ayuda europea y sin idea alguna de cómo va a enfocar la recuperación salvo los tópicos habituales sobre la economía verde y la digitalización.

En cualquier caso, la noticia es que, según fuentes del propio BBVA, el presidente, Carlos Torres Vila, habría recibido la ‘promesa’ -es el término empleado-, de que el juez García-Castellón no le imputaría por el caso Villarejo. Sí, es cierto que sus equipos de propaganda han insistido en esta idea hasta en los peores momentos, pero se les escuchaba a beneficio de inventario.

Nadie piensa en el juez García-Castellón realizando esta promesa pero existen canales para transmitir esta idea. Eso sí, lo de siempre: el BBVA tendá que colaborar, porque el BBVA sí está imputado y ahora mismo, lo preside un tal Carlos Torres Vila.

Y todo ello le quita al BCE de Luis de Guindos el principal instrumento de presión para conseguir la gran fusión entre Santander y BBVA, donde la ganadora debía ser Ana Botín y el perdedor Carlos Torres. Si Torres logra resistir el envite Villarejo, podría aguantar y ser presidente del BBVA por muchos años. Incluso, como gesto ante el BCE y la vicepresidenta Nadia Calviño, Torres Vila podría atender los cantos de sirena que le llegan desde el Sabadell, incluso desde Kutxabank, conocido como el banco del PNV, partido-movimiento al que le agradaría tanto estar en un consejo de uno de los grandes bancos europeos…