Supongo que Pedro Sánchez no podía esperar que la mayor crisis de su mandato haya venido por Marruecos. Pero así ha sido.

Ante un problema, lo principal es no engañarse a sí mismo: esto no es una crisis migratoria, es una invasión en toda regla. Se trata de una invasión a la musulmana, utilizando civiles, porque para los árabes y asimilados la guerra es una cuestión de familia. Una invasión dirigida desde el Palacio de Mohamed VI, con el apoyo de la policía marroquí que incluso se permite el lujo de abrir la puerta de las vallas a los marroquíes y alentarles a cruzar hacia España. Estamos ante una segunda Marcha Verde.

Pero el Gobierno español, prisionero de sus tópicos progres, se empeña en seguir hablando de crisis migratoria.

Y lo malo es que, o bien España responde a Mohamed VI o se queda sin Ceuta y Melilla… y sin Canarias, que es el próximo objetivo de Mohamed VI.

Y así, Pedro Sánchez ha sido abucheado en Ceuta… por su cobardía. Porque una cosa es ver las imágenes en televisión y otra sentirlo en carne propia.

Cosas que el Gobierno puede hacer y que todo el mundo entendería después de lo de hoy:

Aeropuerto y base naval y militar en Ceuta, aunque la pista salga al mar.

Volver a apoyar tanto a la oposición marroquí como al Frente Polisario.

Romper relaciones diplomáticas con Marruecos como base para la expulsión de Ceuta y Melilla a los marroquíes sospechosos de saboteadores de la vida ciudadana.

Esto es una invasión a la musulmana, utilizando civiles, pero el Gobierno español se empeña en seguir hablando de crisis migratoria

Por supuesto, cierre permanente de la frontera de Ceuta y Melilla con Marruecos.

Blindar las plazas africanas de Ceuta y Melilla, con una militarización progresiva de ambas ciudades.

Pasear cada día por las aguas de Canarias que Marruecos quiere anexionarse.

Prohibir la operación Paseo del Estrecho, muy importante para los intereses marroquíes.

Barreras físicas para llegar a la playa ceutí y advertencia de fuego real contra quien viole la frontera española. 

Si fuera el caso, atacar objetivos militares marroquíes. 

Sánchez, abucheado en Ceuta… por su cobardía

Ahora bien, el problema de Pedro Sánchez es que se mueve en un ambiente progresista que le incapacita para adoptar cualquiera de estas iniciativas o, al menos, que es lo que hay que hacer en diplomacia, amenazar con ellas como doctrina oficial.

Porque lo de “no criminalizar la inmigración”, sencillamente es colaborar con la mentira. Esto no es una crisis migratoria, es una invasión.

Como guinda de esta tarta venenosa, observen el ridículo en el que ha caído Moncloa al remitirnos a los medios el presente vídeo. Así es como Sánchez y Marlaska ven el problema de la invasión marroqui: desde lejos. Estamos salvados.