Vuelven a subir los contagios en España y lo hacen también los fallecidos: hoy son casi 400 más que ayer. 394 personas más han perdido la vida a causa del coronavirus, que deja una cifra total de 1720 muertos y 28.572 contagiados, según el último balance del Ministerio de Sanidad.

A la espera de que se confirme que el Gobierno prorrogará el Estado de alarma 15 días más, tal y como adelantó ayer Hispanidad, lo cierto es que la pandemia se extiende de manera vertiginosa no solo por España sino por toda Europa de manera similar en todos los países menos en Alemania, cuya cifra de fallecidos sigue por debajo del centenar.

Estamos ante el misterio alemán. Y lo primero que demos saber es que las cifras son distintas en función de dónde provengan. Son dos fuentes fundamentalmente las que utiliza el Gobierno alemán y ambas muestran que hay pocos muertos en comparación con el número de infectados.

En Alemania los test se realizan a los que tienen entre 25 y 50 años, colectivo con los casos menos graves, lo que  se refleja en una tasa de mortalidad pronunciadamente inferior a la de la media europa

Una de ellas es el Instituto Robert Koch (RKI), organismo alemán central responsable del control y la prevención de enfermedades y, por lo tanto, es la institución de referencia para esta crisis sanitaria, que contabilizaba ayer 16.662 casos y 46 muertes. Mientras, las estadísticas que confecciona la universidad estadounidense Johns Hopkins University, que ofrece un mapa interactivo en el que se recopilan datos en tiempo real sobre contagios y muertes por coronavirus en todo el mundo, atribuían a Alemania 21.652 casos y 73 fallecidos. Hay que señalar que la universidad norteamericana recoge los datos que le facilita cada lander alemán.

La pregunta es: ¿Por qué Alemania, que tiene casi tantos contagios como España, y menos de 100  fallecidos?

La tasa de letalidad según las cifras del RKI alemán es ahora del 0,27%, muy inferior a la de Francia, que ronda el 3,4%; España, en torno al 5%; o Italia, con el 8,3%. Expertos y especialistas manejan varias hipótesis para intentar explicar la excepción alemana cuyo discurso oficial saca pecho y habla de solidez del sistema y rapidez con la que se detectó la amenaza. Sin embargo, la que tiene más peso la hipótesis estadística porque ya sabemos que con los números, y en concreto con las estadísticas, se puede jugar a nuestro favor, especialmente si desarrollan determinados protocolos contable.

El Instituto Robert Koch , organismo alemán central responsable del control y la prevención de enfermedades y, por lo tanto, institución de referencia para la crisis sanitaria, contabilizaba ayer 16.662 casos y 46 muertes.

Y en este caso, las que ofrece Alemania sólo reflejan las muertes hospitalarias de personas ingresadas con diagnóstico contrastado de coronavirus y, al parecer y según explica el diario El Mundo, solo a los que habían llegado de países de alto riesgo como Italia, Irán, Francia, Wubei en China, Corea del Sur o España.

Así que las autoridades sanitarias germanas no estaría haciendo la prueba a otros pacientes, que son sean los procedentes de lugares de riesgo, para averiguar si están o llegan infectados a los centros hospitalarios, incluido ancianos, y tampoco a los muertos

Si a eso se añade que en Alemania la muestra de los test se concreta entre los que tienen entre 25 y 50 años donde se dan los casos menos graves, estamos ante un panorama irreal que refleja, como hemos dicho, una tasa de mortalidad pronunciadamente inferior a la que refleja la media europa