El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el asesinato del profesor Samuel Paty a manos de un islamista radical la semana pasada: “Nada nos hace detenernos, nunca. Respetamos todas las diferencias en el espíritu de paz. Nunca aceptamos el discurso de odio y defendemos el debate racional. Siempre mantendremos la dignidad humana y los valores universales”. "Defenderemos el laicismo. Y la libertad que enseñabas tan bien. No renunciaremos a caricaturas ni a las ilustraciones". "Fue asesinado porque los islamistas quieren nuestro futuro. Ellos separan a los fieles de los infieles. Paty solo veía a ciudadanos”.

Tales palabras no han gustado nada al islamista radical y presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien llamó este lunes a sus conciudadanos a boicotear los productos franceses, recoge Bio-Bio Chile.

Erdogan llegó a decir: “Así como en Francia algunos dicen ‘no compren las marcas turcas’ me dirijo desde aquí a mi nación: ‘Sobre todo no presten atención a las marcas francesas, no las compren”. “Se está llevando a cabo una campaña de linchamiento contra los musulmanes parecida a la de los judíos de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial”. Además, en dos ocasiones este fin de semana, el presidente turco cuestionó la “salud mental” de Macron, denunciando sus posiciones hacia los musulmanes.

Sobre todo no presten atención a las marcas francesas, no las compren

Cabe recordar que Erdogan se ha convertido en un problema para Europa. Por ejemplo, el presidente sirio Bashar al Asad, le acusa de ser "el principal instigador e iniciador" de las tensiones entre ambos países caucásicos, pues Turquía lleva años prolongando la guerra civil siria. En 2020 ha intervenido militarmente en Libia, y ahora es el único Estado que expresa abiertamente su respaldo a Azerbaiyán, al que considera una nación hermana. Para Erdogan y su Ejecutivo la doctrina islamista neotomana es el principio que les ha de permitir la consolidación de una Gran Turquía basada en el expansionismo hacia los dominios del antiguo imperio, que abarcó desde el Mediterráneo oriental hasta el Caspio, publicó Sputnik.

La BBC añade que Turquía está presente de forma controvertida en Siria, Libia y Nagorno-Karabaj. Tiene serios problemas con los kurdos en su territorio y en Siria, y una peligrosa confrontación con Atenas por Chipre, y con otros países por recursos energéticos en el mar Mediterráneo. Igualmente, crecen las tensiones con Rusia, Estados Unidos, Israel, la Unión Europea y la OTAN.

Y es que, hay que recordarlo también, Turquía es miembro de la OTAN.