Elke König ha afirmado este lunes, durante la conferencia anual de la autoridad bancaria europea, que la Junta Única de Resolución (JUR) no tiene la misión de evitar la quiebra de los bancos, sino la protección del contribuyente. Que su misión no es evitar la caída de las entidades está claro: con el Popular hizo justo lo contrario, esto es, le dio la puntilla antes de tiempo, y eso que era un banco solvente.

La gestión del caso está siendo desastrosa y una prueba de ellos son las 12.000 quejas que ha recibido la JUR durante el mes de agosto y principios de septiembre –“expresiones de interés”, las llama– de accionistas y bonistas. El 6 de noviembre, y durante las tres semanas siguientes, se abrirá la segunda fase del proceso: los elegidos -aún no se conoce cuántos son- podrán remitir sus comentarios a la JUR.

A partir de 2019, el BCE analizará, junto a los recursos propios, el nivel de liquidez de los bancos


La resolución del Popular ha sido un desastre y el sector clama: hace falta otro modelo de resolución bancaria. El actual ha quedado en evidencia y no sirve. Porque, ¿qué se debe entender por liquidez? ¿quién la fija? y, sobre todo, ¿quién decide si una entidad debe ser liqudiada o intervenida? ¿Y según qué criterios?

Precisamente, el BCE ya tiene planes para la liquidez. Según Daniele Nouy, presidenta del Mecanismo Único de Resolución (MUR), a partir de 2019, el BCE analizará, junto a los recursos propios, el nivel de liquidez de los bancos. Y el que no cumpla…