EDP Renováveis (EDPR), la joya de la corona de EDP, ha pinchado en el primer semestre, pues ha tenido un beneficio neto de 255 millones de euros, lo que supone un 26% menos que el de hace un año. Esta cuantía es casi lo mismo que ha elevado la deuda neta desde el pasado 31 de diciembre (+224 millones), hasta situarla en un total de 3.027 millones. Eso sí, ha recibido premio bursátil: la cotización sube casi un 3%. 

La compañía de renovables, propiedad en casi un 83% de EDP (del 17% restante, el 64% son fondos), ha menguado sus ganancias sobre todo por las reducciones del Ebitda (-18%), hasta los 793 millones, y de los ingresos (-9%), hasta los 913 millones. En esto último han influido negativamente las desinversiones (-79 millones) y la venta de parques eólicos (-52 millones), que no han podido compensarse con la subida de los precios de venta (+22 millones) y el efecto positivo de los tipos de cambio (+16 millones), como sucedió en el primer trimestre.

EDPR cuenta con una cartera de activos de 11.400 megavatios (MW) repartida en once países, tras sumar 986 MW en el último año. Al mismo tiempo, ha vendido 1.300 MW (entre ellos, están los 242 MW de siete parques eólicos terrestres en España que ha comprado Finerge -uno de los mayores productores de energía renovable de Portugal-  por 426 millones) y ha desmantelado 18 MW en nuestro país con fines de repotenciación.