The Walt Disney Company ha disparado su beneficio neto un 95,8% en su segundo trimestre fiscal (enero-marzo), hasta 746 millones de euros, por el streaming (Disney+, Hulu y ESPN+), aunque los ingresos han seguido a la baja (-13%). Sin embargo, es pronto para lanzar las campanas al vuelo porque aún tiene menores ganancias (-64%) e ingresos (-49%) en su primer semestre fiscal (octubre de 2020 a marzo de 2021).

El gigante estadounidense de ocio y entretenimiento ha encadenado otro trimestre en positivo, tras ganar 14 millones entre octubre y diciembre, pero sigue afectado por el impacto del Covid-19, sobre todo en el segmento de parques y experiencias, porque muchos aún están cerrados o están operando a una capacidad reducida. En concreto, ha estimado en 993 millones el impacto adverso en los ingresos operativos de este negocio en su segundo trimeste, cuando la facturación total fue de 12.925 millones (-13,4%): el negocio de medios ha aportado 10.298 millones (+0,6%) y el de parques y experiencias, 2.627 millones, un 44% menos que hace un año.

Los contenidos de Disney no son tan inocentes como deberían, son adoctrinamiento: es un buen discípulo del Nuevo Orden Mundial y apuesta por la ideología de género y, directamente, por el ateísmo 

En el conjunto del primer semestre fiscal, Disney ha ganado 760 millones, lo que supone un 64,2% menos, y ha facturado 26.376 millones (-18%). De esta última cifra, conviene destacar que los ingresos de la división de parques y experiencias se han desplomado un 49%, hasta 5.597 millones.

No obstante, el CEO, Bob Chapek, ha preferido fijarse en los números del segundo trimestre, afirmando: "Nos complace ver más señales alentadoras de recuperación en nuestros negocios, y seguimos enfocados en incrementar nuestras operaciones y al mismo tiempo impulsar el crecimiento a largo plazo de la compañía".

Pero los números no han hecho que Disney renunciara a la agenda LGTBI, que ya se ha visto en numerosos ejemplos y que despertó las dudas de los inversores hace unos meses. Es decir, sigue apostando por la "corrupción de los menores", en palabras del líder de Vox, Santiago Abascal. El gigante de ocio y entretenimiento es un buen discípulo del Nuevo Orden Mundial y por eso sus contenidos ya no son tan inocentes como deberían, sino que más bien se han convertido en adoctrinamiento debido a la apuesta por la ideología de género (feminismo y homosexualismo) y por el ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios). Claro que tampoco renuncia a lo políticamente correcto, a pesar de que a veces le suponga caer en la idiocia: señaló las películas DumboPeter PanLos Aristogatos y La Dama y el vagabundo por racistas y decidió bloquear las tres primeras a los menores de 7 años.

Ahora saca tajada del streaming, sobre todo de la plataforma Disney+, que ya ha alcanzado los 103,6 millones de abonados, frente a los 33,5 millones que tenía entre enero y marzo de 2020. La plataforma Hulu ya tiene 41,6 millones de usuarios y ESPN+ tendrá una importante novedad: fútbol español. Y es que La Liga y Disney han alcanzado un acuerdo histórico para que los partidos de fútbol se vean en EEUU y Canadá desde el próximo agosto durante ocho temporadas a través del canal especializado ESPN y de su plataforma de streaming (ESPN+). No ha trascendido el importe, pero algunos señalan que podría rondar los 1.200 millones (unos 150 millones por temporada). Ojito, porque a lo mejor La Liga empieza a vender los derechos audiovisuales a las plataformas en España: Netflix, HBO y Amazon Prime Video son más baratas al mes que los paquetes de las telecos. Telefónica, Vodafone y Orange deberían estar atentas.