La pandemia del coronavirus no sólo ha generado una emergencia sanitaria, también un golpe a la actividad de muchos sectores, gran incertidumbre y pérdida de libertades. Pero las consecuencias económicas serán graves: ya se dice que peores que la crisis de 2008, pese a que sólo se atisba la punta del iceberg. Tras el sector del turismo, el automovilístico (que vivía un tiempo complicado) podría ser otro gran perjudicado, pues se han cerrado fábricas y comprar un coche nuevo no será una prioridad… además, podría peligrar la fusión de PSA y Fiat Chysler Automobiles (FCA).

Esta es la gran operación del sector automovilístico que daría lugar al cuarto fabricante del mundo, tras Volkswagen, Toyota y la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi; con 13 marcas: Peugeot, Citroën, DS, Opel, Vauxhall, Fiat, Chrysler, Alfa Romeo, Jeep, Abarth, Lancia, Maserati y Dodge. Una fusión que se anunció el pasado octubre y que en diciembre obtuvo el visto bueno de sus principales accionistas: la familia Peugeot, el grupo chino Dongfeng y el Gobierno francés por parte de PSA; y de la familia Agnelli por el lado de FCA.

Una fusión que daría lugar al cuarto fabricante automovilístico del mundo y que agruparía a 13 marcas 

Pero ahora, el coronavirus podría poner en peligro la operación o al menos, retrasarla. Ambos grupos están centrados en su liquidez, que han reforzado recientemente: PSA ha cerrado un crédito de 3.000 millones de euros, por lo que su caja asciende a 6.000 millones; mientras que hace más de una semana, FCA ha extendido sus líneas de crédito en 3.500 millones, por lo que ya superan los 11.200 millones (se han sumado a las que ya tenía por valor de 7.700 millones). Además, la agencia de calificación Moody’s puso a ambos en revisión, a la baja, como ha hecho con otras seis compañías de coches. 

Paralelamente, el grupo italo-estadounidense ha decidido retrasar su Junta de Accionistas, que se iba a celebrar el próximo 16 de abril, lo que pospondrá la finalización del acuerdo de fusión con PSA. Además, se ha retrasado la aprobación del reparto del dividendo ordinario anunciado (el cual supondría un desembolso de 1.100 millones).