El contador de historias: Felipe, el converso
Felipe González utilizó la ironía como un bisturí y lanzó un dardo venenoso a Pedro Sánchez: las disensiones entre PSOE y Podemos dan para una «tesis doctoral» (ABC, 12-02-2021).
¡Quién te ha visto y quién te ve, Felipe! Los que ahora visten vaqueros, llevan coletas u otros peinados, y van en mangas de camisa ante el Rey; son como cuando vosotros llevabais chaquetas de pana y otras vestiduras rompedoras, como representantes de los obreros, trabajadores, etc.
Y lo mismo insultabais a la oposición, como declarabais que no pasaríais ni una sola enmienda a vuestros enemigos políticos. Porque en este país nuestro y maltratada nación, la izquierda siempre consideró enemigos a los que no pensaban como vosotros, más que adversarios.
Pero cuando uno es joven y no tiene nada que perder, es revolucionario y si consigue llevar a cabo esa revolución, termina en dictador. Ahora se llama ser progresista. Y si no lo consigue, al hacerse mayor y tener casa, dinero y otras cosas se convierte en conservador. En converso.
En este país nuestro y maltratada nación, la izquierda siempre consideró enemigos a los que no pensaban como vosotros, más que adversarios
Y a los que ahora criticas, haciéndote el estadista y el defensor de España, no hacen más que lo aprendieron de ti y de los que durante muchos años gobernaron el partido y España. ¿Qué pasó con lo de hemos enterrado a Montesquieu? No puedes quejarte de que Sánchez quiera rematar la faena, dominando a la justicia ¿Qué fue del terrorismo de estado? No te puedes quejar de que pacten con los que dirigieron a la banda. Y de la malversación de fondos públicos, para qué hablar.
Creo que deberías callarte de una vez y hacer mutis por el foro. Lo que ahora sucede, lo sembrasteis vosotros y principalmente tú y tu alter ego. Tú fuiste el que ahora es Sánchez y Alfonso Guerra el que ahora es Pablo Iglesias. No ha cambiado nada. Tú no das para una sola tesis doctoral, sino para varios volúmenes
Y para rematar la faena cuando tu partido estaba siendo juzgado y luego fue condenado -aunque entonces todavía no se podía juzgar y condenar a un partido–, tú estabas sentado ante el Supremo* y te salvó aquella voz de un Juez que tú habías promocionado: no podemos estigmatizar al tercer presidente de la democracia.
Hoy tu partido, tus hijos políticos, han y siguen estigmatizando, con muchísimos menos motivos, y menos graves, al primer rey de nuestra democracia moderna.
J. R. Pablos
*Felipe González, declaró como testigo ante el Tribunal Supremo en 1998 por el caso Marey, una de las acciones de los GAL.