Consejo europeo de Bruselas. Pedro Sánchez sale a escena y resume el electrizante cambio que, según él, ha dado la Unión Europea. Seguramente será mentira, y en cuanto mañana podamos acceder a la prensa europea (cada presidente habla para los suyos) ocurrirá lo mismo que siempre: que descubriremos, tarde, que Sánchez es un embustero.

Encima, Turquía es “candidato a la adhesión” y “no podemos darle la espalda”. ZP ha vuelto

EL problema es que el presidente del Gobierno parece ni tener límites. Compruébenlo: Sánchez se convierte en el defensor de la tiranía china. En serio, desvelo siente el secretario general del PSOE. Vamos, que el enemigo de la Unión Europea es Estados Unidos.

Y más: Turquía -el fundamentalista de Erdogan para entendernos-, el hombre que está acosando a dos países europeos, Chipre y Grecia, y que incluso se permite retar a las fragatas francesas es, para Sánchez, “candidato a la adhesión”  de la UE y “no podemos darle la espalda”.

Si hacemos caso a Sánchez, la Unión Europa tiene dos aliados en el mundo: la tiranías china y el fundamentalismo turco

El problema de Sánchez es que no tiene límites. Así, el ataque de los islamistas proturcos de Azerbaiyán a los cristianos armenios sólo merece para Sánchez un llamamiento al alto el fuego: paz, mucha paz. Conclusión: si hacemos caso a Sánchez, Europa tiene dos aliados en el mundo: la tiranías china y el fundamentalismo turco.

Y en Nagorno Karabaj, donde los musulmanes proturcos aplastan a los cristianos armenios… paz, haya paz

El Gobierno español de hoy habla como los comunistas durante la Guerra Fría.