Consejo de Ministros del viernes 15 de junio. La ministra portavoz, Isabel Celaá, empieza hablando del Aquarius y repite el número mágico: 629 personas salvadas. Por Pedro Sánchez, en persona, con su propio dinero y bolsillo. Y sin presumir.

Pero vamos con el tema que nos ocupa. Al fustigador de la mafia corrupta del PP, don Pedro Sánchez, le dimite un ministro, Màxim Huerta, que llevaba seis días en el cargo y ahora le sale otro: Luis Planas, medio imputado. Quien a hierro mata, a hierro muere. La oposición ya pide su cese, pero dos ceses en siete días sólo anuncian un tercero: el del propio Pedro Sánchez, que ya asoma por el horizonte con un currículo previsiblemente trucado.

Según Isabel Celaá, el Aquarius no provocará efecto llamada

Y una cosa es solicitar cese para la regeneración democrática y otra propiciar el tuyo. Eso nunca. Fuentes socialistas aseguran que Sánchez se ha dado la vuelta: aquí no dimite nadie.

Por eso, Isabel Celaá repetía como un loro aquello de “el señor Planas no tiene cuentas pendientes con la justicia”, mientras su secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, acortaba la rueda de prensa y se cargaba el canutazo (conversaciones off the record del final, lo más sabroso de las convocatorias de los viernes).

Vamos, que aquí no dimite nadie para que no tenga que dimitir el señor presidente.

Miguel Ángel Oliver reduce las preguntas y el canutazo. No hay peor cuña que la de la propia madera

Entre los nombramientos, destacar el de la nueva fiscal general del Estado, María José Segarra, de la asociación más progre de todas: la Unión Progresista de Fiscales. Ya saben: a la izquierda le gusta más acusar que juzgar, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, es una fiscal y quiere rodearse de fiscales extraordinariamente progresistas (¡Qué miedo!).

Naturalmente, respetan la proporción entre hombres y mujeres. Ya saben, equidad: si tienes un hombre medio lelo en un alto cargo debes equilibrarlo con el nombramiento inmediato de una mujer medio lela. La igualdad de género da para esa necedad y para muchas otras.

Y ojo al nuevo invento pedro-progre: la agenda social

Ojo al dato, Celaá se saca de la manga otro genial invento ‘Pedro-progre’: la agenda social. Esto va a dar mucho juego, se lo digo yo. Medidas de la agenda social:

  1. Decreto porque el todos los residentes recuperarán el derecho a la protección de su salud, contra el malvado decreto del PP de 2012. Porque es su derecho, argumenta, retadora, doña Isabel. Bueno sí pero serán poquitos. Se trata de la norma del PP contra irregulares que aprovechan su estancia en España para hacer turismo sanitario. O regulares, venidos de Marruecos o de la misma Gran Bretaña, porque nuestra Sanidad es mejor. Y fíjense si la medida será social que se hará con diálogo, mucho diálogo, con las CCAA. Y será un diálogo muy fructífero, no lo duden, en cuanto empiecen a hablar el consejero de Sanidad de turno dirá: “Son 5.000”. Y firmarán el acuerdo.
  2. Paga extra de los pensionistas de julio. Este Gobierno piensa tanto en los ancianos que empleará un crédito del Tesoro de 7.500 millones de euros, de los 10.192 millones concedidos por el Tesoro como crédito disponible. Y eso para pagar julio y la extra de julio. Eso sí: a Pedro-progre no se le ha ocurrido ni una sola medida para rejuvenecer el país, porque la nómina de las pensiones exigirá nuevos créditos.
  3. Más agenda social: se retiran las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla. Ya se están acumulando más inmigrantes en la fronteras mientras Marruecos mira hacia otro lado, así que Policía y Guardia Civil exigen más efectivos en la zona. Pero no hay que herir a los seres humanos. Sólo hay que mandar más policía para que no entren en España. Es una política muy inteligente, progresista.

Mientras tanto, aquí no dimite nadie, no vaya a ser que tenga que dimitir el señor presidente y pase de Pedro-progre a Pedro-breve.