Tras cerrar tres plantas en Barcelona, Nissan trabaja a medio gas en Ávila y Los Corrales de Buelna (Cantabria), donde mantiene los ERTE. El grupo automovilístico japones ya sólo fabrica piezas de recambio para coches en nuestro país, empleando a unas 950 personas.

Ahora Nissan quiere una reducción de cinco horas semanales, hasta 35, en la jornada de trabajo, debido a la baja actividad, y un ERTE por causas económicas y productivas hasta 2023. Desde CCOO se critica la reducción de la jornada, pues supone una merma de un 12,7% del salario.

Por su parte, en Ávila, el grupo japonés ha transformado la planta de fabricación de camiones en una de fabricación de recambios. A principios del pasado mayo, reanudó la producción por un pedido que tenían pendiente, pero a finales tuvo que parar por el descenso de la actividad, optando por trabajar sólo tres días a la semana y parar el resto ante la baja demanda. Una labor que está realizando la mitad de la plantilla (225 personas), que se acoge al ERTE -en el que está la otra mitad desde que se aprobó el Plan Industrial el pasado septiembre- los días en que se para la actividad.