El Congreso ha acogido este lunes un homenaje a Clara Campoamor al que han asistido la reina Letizia, las presidentas del Congreso y del Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop y la vicepresidenta primera. Carmen Calvo ha recalcado que "Le debemos honor, gratitud y admiración por su esfuerzo y su lucha parlamentaria y política", y ha subrayado que la conquista del voto femenino de la mano de Campoamor "no fue un paso individual, sino el gran salto, no en el vacío, que dieron todas las mujeres para ser partícipes y protagonistas de la historia y el devenir de las libertades y derechos en España". Sobre todo, teniendo en cuenta que la escritora, abogada y política consiguió el voto femenino para la mujer, pero se encontró con la oposición, precisamente, de la izquierda, del Partido Comunista y del PSOE a quien Carmen Calvo representa.

Estamos pues ante otra manipulación por parte de la vicepresidenta socialista de la figura de Clara Campoamor, después de que Calvo la presentara como icono de la Ley de Memoria Democrática cuando la escritora fue la mujer que repudió el Frente Popular de 1936… y que huyó de la España republicana, porque abominaba de los asesinatos de los miliacianos sociaslitas y comunistas. Campoamor fue republicana, masona y miembro del Partido Radical de Lerroux, pero criticó con denuedo los asesinatos del PSOE y del PCE durante la II República . De eso no ha hablado Carmen Calvo. Se ha conformado con presentar a Campoamor como feminista -nada que ver con el feminismo rabioso actual- y para echarle en cara su machismo a la derecha. Por cierto, Lerroux, jefe de filas de Campoamor, giró aún más hacia la derecha y, al final de la guerra, se ofreció a Franco para lo que fuera menester.

Parece que la vicepresidenta primera no anda muy lucida últimamente en sus alusiones a sus correligionarios de otras épocas. Véase sus recientes declaraciones sobre Largo Caballero: “Largo Caballero es una figura con la que nos podemos seguir identificando”, pese a que impulsó las checas, donde el Frente Popular asesinó a miles de personas. El mismo Largo Caballero a quien una de las altas dirigentes del socialismo de entonces, Regina García, que le dijo a la cara:

—“Blasonamos de humanitarios, “el hombre del hombre es hermano”, decimos en la Internacional y usamos el asesinato y la masacre como arma política […] Calvo Sotelo cae asesinado por las balas de unos asesinos incógnitos y es llevado al cementerio, misteriosamente, en una camioneta de Asalto. ¿En qué país vivimos, que el crimen cobra estado normal? Mi conciencia no puede transigir con estas atrocidades”.

Volviendo al homenaje que nos ocupa, a Clara Campoamor, el evento ha dado más de sí que por las declaraciones de Carmen Calvo. Compitiendo con la vicepresidenta por el protagonismo de la jornada, los independentistas -con el siempre fiel a su apellido Gabriel Rufián- quienes han dado plantón a doña Letizia. En el caso del precitado Rufián, el portavoz de ERC ha justificado su ausencia asegurando que no estaba de acuerdo con que “la representante de una institución tan corrupta, antidemocrática, reaccionaria, antifeminista y a la que no vota nadie, se atreva a querer representar el espíritu y la figura de una persona, de una mujer tan extraordinaria como Clara Campoamor, que consiguió y defendió cosas tan extraordinarias en tiempos tan difíciles”.

Menos mal que Letizia ha recibido el agradecimiento de Calvo: "Esta pelea nos dignifica en nuestra historia común y representa un altísimo honor para las mujeres de este país. Por eso, Señora, es también importante su presencia".