A Mario Draghi le está constando Dios y ayuda poner fin a la compra de deuda pública y privada -sobre todo de la primera- que puso en marcha en 2015 y que lleva acumulados 2,4 billones de euros. Sólo en deuda española, el BCE ha adquirido 250.000 millones de euros. Ahí es nada.

Parece, no obstante, que el presidente del BCE va a poner fin al programa de estímulos en diciembre de este año, es decir, tres meses después de los previsto inicialmente, según la nota remitida este jueves por el BCE. Eso sí, siempre y cuando la inflación u otros indicadores sigan comportándose con cierta normalidad. Draghi no está dispuesto a quemar las naves.

En cualquier caso, lo que sí ha acordado la reunión del BCE es rebajar el ritmo de los estímulos: hasta septiembre seguirá comprando 30.000 millones mensuales, cantidad que rebajará hasta los 15.000 millones durante el último trimestre del ejercicio. Si todo sigue su curso normal, claro.

¿Qué ocurre con los tipos de interés? Lo mismo que ha ocurrido durante los últimos años: nada. El BCE mantiene en el cero por ciento el tipo de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación, en el -0,40% la tasa de la facilidad de depósito y en el 0,25% la de la facilidad de préstamo. Así seguirán, al menos, hasta el verano de 2019. Luego ya veremos.