Ahora Pedro Sánchez imita a su antecesor en La Moncloa, Mariano Rajoy, porque quiere aprobar los Presupuestos al precio que sea. Y para ello, como saben, necesita los apoyos de comunistas y nacionalistas… así que toca contentarles.

Un buen ejemplo de esto se ha visto en las palabras de la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, abierta a retirar el recurso de inconstitucionalidad que presentó el Ejecutivo del PP contra la ley de sanidad catalana. De hecho, el decreto sobre la sanidad universal aprobado este jueves con los votos de PSOE, Unidos Podemos, PDeCAT, PNV, ERC, Compromís y Bildu abre dicha puerta. Y el PDeCAT, tan contento, pues era una de las condiciones que ponía para dar su apoyo a los Presupuestos.

En las elecciones del 20D de 2015 y del 26J de 2016, Sánchez cosechó los peores resultados en la historia del PSOE

Otra muestra del precio que Sánchez está dispuesto a pagar a sus socios se observa en el tema de los impuestos: ha pasado de que la subida del IRPF fuera una línea roja a negociar un incremento para las rentas altas con el fin de contentar a Unidos Podemos. Y ojo, no podemos olvidar el encuentro con el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, en La Moncloa, donde este último le trasladará sus peticiones.

El presidente del Gobierno no está dispuesto a convocar elecciones, a pesar de lo que dijo cuando presentó la moción de censura contra Rajoy (esa es la primera de sus muchas rectificaciones… y las que quedan) porque podría perderlas. Y es que una cosa son las encuestas y otra, las urnas… y, precisamente, no le ha ido bien en estas últimas: recuerden que en las elecciones del 20D de 2015 y el 26J de 2016 obtuvo los peores resultados del PSOE (90 y 85 diputados, respectivamente).

Moscovici aprieta las clavijas: recomienda seguir reduciendo el déficit y exige el plan presupuestario en Bruselas para el 15 de octubre

Eso sí, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha afirmado que “este Gobierno es muy responsable, se puso como objetivo la estabilidad del país y esa es nuestra línea roja”. Considera que su partido “no tiene ningún apego al Gobierno” y convocará “elecciones cuando corresponda, no en función de los intereses de ningún partido, sino de los intereses superiores de la nación”. O sea, que no ha dicho nada, aunque deja claro que el objetivo del Gobierno es... durar.

Respecto a la negociación de los Presupuestos, Ábalos ha apuntado que “todo va encaminado bien” y hay que ser optimistas, pero “no vamos a prorrogar ningún presupuesto en el que no nos reconozcamos”. Esto coincide con la visita del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, que recomienda seguir reduciendo el déficit (justo el mensaje opuesto al del Gobierno). Claro que el encuentro ha servido, al menos, para meter prisa: Sánchez ha asegurado que enviará a Bruselas su plan presupuestario antes del 15 de octubre y presentará los Presupuestos de 2019 en noviembre.