ACS se ha lanzado para convertirse en un gigante de autopistas en Europa, pues ha ofrecido 10.000 millones de euros por el 88% de Autostrade per l’Italia (Aspi) que controla Atlantia y es la mayor concesionaria de autopistas de Italia. Además, se ha abierto a ser socio del Gobierno italiano, que a través de la sociedad pública italiana Caja de Depósitos y Préstamos (CDP) y en alianza con los fondos Blackstone y Macquarie también puja por Aspi, y de otros inversores.

Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!), presidente de ACS y del Real Madrid, que a sus 74 años no practica lo de saber retirarse a tiempo, ha enviado una carta al Consejo de Administración de Atlantia, que es su socio en Abertis: “Dada la estrecha relación entre nuestros grupos tras el éxito de la adquisición conjunta de Abertis, creemos que Aspi es un activo muy interesante que encaja perfectamente con la estrategia de largo plazo de ACS”. Una misiva que llegó a Atlantia el mismo día que se debatía una nueva oferta conjunta de CDP, Blackstone y Macquarie, por 9.100 millones, tras tres intentos fallidos. Y ahora ¡Oh capitán, mi capitán! tiene bastante dinero en efectivo, aunque no suficiente, para afrontarla: ha vendido su negocio industrial a la francesa Vinci por 4.900 millones. 

Los Benetton son el principal accionista de Atlantia, pues controlan el 30%, pero ojo, a mediados de marzo, Sabrina Benetton dimitió del Consejo de Administración de Atlantia por malestar con la actual dirección

Por tanto, la oferta de ACS (10.000 millones) es superior a esta última y a considerar, dado que el conjunto de Aspi se valora en unos 12.000 millones. El fondo The Children’s Investment (TCI) es propietario del 10% de Atlantia y su fundador, el financiero Chris Hohn, ya se ha pronunciado al respecto: “Espero que el directorio de Atlantia actúe en el mejor interés de todos los accionistas y se involucre de manera rápida, independiente y profesional para explorar la oferta hecha por ACS”. “ACS-Abertis parece estar dispuesta a ofrecer un precio más alto que CDP para Aspi y es claramente un socio industrial superior que Blackstone y Macquarie. Aspi debería poder venderse al mejor postor sin interferencia del gobierno italiano”, ha añadido.

Claro que conviene no olvidar que los Benetton son el principal accionista de Atlantia, pues a través de su holding familiar (Edizione) controlan el 30% del capital, una posición que ya no tendrán en Cellnex tras la última ampliación de capital. En las últimas semanas, las aguas han estado bastante revueltas en lo que respecta a esta familia italiana, como ha informado Corriere della Sera: a mediados de marzo, Sabrina Benetton, representante de una de las cuatro ramas familiares, dimitió del Consejo de Administración de Atlantia por “incomodidad mutua” y malestar con la actual dirección que encabezan Fabio Cerchiai (presidente) y Carlo Bertazzo (CEO). Asimismo, el pasado 26 de marzo, Edizione, que ahora está presidida por Enrico Laghi, quien sustituyó al cuestionado y veterano Gianni Mion, votó en contra de la escisión de Aspi, un proceso que como saben viene obligado por el Gobierno italiano tras el derrumbe del puente Morandi en agosto de 2018 que causó 43 muertos. Un voto en contra a la espera de una mejor oferta que ha llegado el pasado jueves y a la que se ha sumado una nueva: la de ACS. 

Por último, destacar que en Edizione aún no hay un director ejecutivo. En su cúpula hay actualmente siete sillones: los cuatro representantes de la segunda generación familiar (Alessandro Benetton, Franca Bertagnin Benetton y Christian Benetton -hijos de tres de los cuatro socios fundadores (Luciano, Giuliana y el fallecido Carlo)- y Ermanno Boffa, esposo de Sabrina Benetton y representante de la rama del fallecidoo Gilberto); Enrico Laghi; Claudio de Conto y Vittorio Pignatti-Morano Campori.