En realidad era un cuarteto, pero Víctor se sumó al trío formado por Alejandro, Manuel y Álex doce meses antes del fallecimiento de este último, y la ley colombiana exige más tiempo para reconocer una relación de hecho. Era abril de 2014 cuando Álex Zabala murió de cáncer y Alejandro Rodríguez, bailarín profesional, y Manuel Bermúdez, profesor universitario y periodista, reclamaron su pensión de viudedad. Enfrente, la madre de Álex, que también la reclamó para sí. Al final, el Tribunal Superior de Medellín ha confirmado esta semana una primera sentencia emitida en mayo de 2017 y que daba la razón a la pareja. Alejandro y Manuel percibirán, cada uno, una pensión de 110 euros mensuales, además de la cantidad acumulada desde el fallecimiento de Álex y que alcanza los 6.300 euros.

Lo mejor es el fallo: “Es una relación poliamorosa que tiene los componentes de permanencia y comunidad. Supone el acoplamiento de una identidad como familia que se sustenta en la búsqueda común de los medios de subsistencia, en la compañía mutua o en el apoyo moral, y en la realización de un proyecto compartido que redunda en el bienestar de cada uno de los integrantes de esa familia y en el logro de su felicidad”, señala.

Como se pueden imaginar, no todo el mundo estaba de acuerdo con el poliamor a cuatro bandas (o más). “Se entiende que unión marital de hecho es de dos personas y no de cuatro”, afirmó Marlenys Zabala, uno de los hermanos de Álex, muy poco progresista, naturalmente. Los otros dos hermanos estaban aún más confundidos: pensaban que el fallecido vivía con unos amigos de la universidad.

El poliamor es lo que tiene.