Ahora entendemos por qué el de Igualdad es uno de los ministerios cuya partida presupuestaria más ha crecido de cara a los PGE 2021. Y es que su titular, Irene Montero, no da a basto a encargar informes y estudios. Como el de la Secretaría de Estado de igualdad y contra la violencia de género  sobre personas no binarias en España, es decir, aquellos que no se sienten ni hombre ni mujer. 

Aunque dada la complejidad de la materia que se aborda, 15.000 euros quizá no sean suficientes para llegar a resultados concluyentes. Ya de por sí, la definición de «persona no binaria» es algo compleja. En general, las personas consideradas como no binarias se emplazan fuera de los dos sexos al no verse representados por ninguno de ellos. Además, esta característica es independiente de la orientación sexual de cada uno. Es decir, se puede ser no binario y heterosexual o no binario y homosexual o no binario y bisexual, étc…

Pero a doña Irene y a Podemos les preocupa sobremanera el género no binario. Veáse, por ejemplo, el interés de la ministra en que, dentro de la nueva ley de protección sobre las personas Transgénero, los individuos puedan elegir libremente entre «masculino», «femenino» o «no binario».