La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, gastó más de 16.000 euros en una campaña de autobombo sobre la feminización de la Guardia Urbana, la policía local de la Ciudad Condal.

Colau, cual Terminator, persiguiendo la feminización de la sociedad, cambió los términos de las oposiciones al cuerpo municipal de policía facilitando a las mujeres su ingreso.

El consistorio abrió nuevas plazas de acceso y lo hizo eliminando, entre otras cosas, la altura mínima exigida para poder presentarse. Además, aumentó la visibilidad del personal femenino mediante diferentes actuaciones tales como charlas, congresos o jornadas específicas del papel de la mujer en el cuerpo.

La feminización de los cuerpos municipales se puso de manifiesto también en los Bomberos de Barcelona. En este caso también se eliminó la talla mínima. Además, se cambió la escala de las pruebas físicas y se eliminaron las pruebas de fuerza de más intensidad. Sin embargo, éstas no fueron las medidas más polémicas. Con la nueva normativa, en el caso de que un hombre y una mujer empaten en puntuación en la última posición, la plaza se adjudicará a la mujer.
Por lo tanto, si dos aspirantes califican de la misma manera, será la mujer la que tenga la oportunidad de convertirse en bombero y el hombre quedará eliminado.

Además, se puso en marcha una campaña de comunicación para propiciar que más mujeres se presenten a las convocatorias del cuerpo que se denominó «Somos mujeres. Somos urbanas».

Para ello, tal y como puede consultarse en los contratos menores del primer trimestre de 2020, contrataron a Idèria Insights, una empresa consultora experta en campañas mediante la cual se realizaron distintas tareas de difusión, como la creación de un vídeo en el que aparecen cinco mujeres explicando que representaba para ellas ser parte de la Guardia Urbana.

Para ello, la alcaldesa no dudó en invertir 16.322 euros mientras que los agentes se quejaban de la falta de material y de efectivos para hacer frente a la peligrosidad de Barcelona.

A Ada no hay quien la pare cuando se trata de feminizar. Solo la falta instruir ella a los -las- aspirantes a los cuerpos de seguridad. Ahí, el éxito estaría asegurado.