• Danièle Nouy, responsable de Supervisión del BCE, asegura ahora lo contrario que ha venido diciendo hasta el primer trimestre de 2017.
  • Le echa la culpa a Elke König, aunque por sí misma König nunca hubiera podido intervenir el Popu.
  • En las cartas a los europarlamentarios españoles, Nouy oculta el visto bueno otorgado a Ron a comienzos de 2016… para reflotar el banco sin necesidad de ayudas publicas.
  • Ni habla del test de estrés aprobado… antes de la segunda ampliación de capital.
  • Ni de la auditoria de PWC que aseguraba la solvencia del Popular.
  • Sobre todo, Nouy oculta la felicitación al Popular ¡en noviembre de 2016!
  • En definitiva, Nouy ya se está preparando para los tribunales europeos…
  • Que pueden propiciar al BCE el mayor vapuleo de su no muy larga historia.
  • Lo más estúpido: que en España se compran las mentiras que Nouy vende.
La superjefa de supervisión bancaria del Banco Central Europeo (BCE), Danièle Nouy (en la imagen), miente como una posesa en sus cartas a los europarlamentarios españoles sobre la intervención-venta del Banco Popular al Santander por un euro. Miente, en concreto, sobre la situación real de la entidad -que estaba mucho mejor de lo que ella dice ahora- y oculta todos los datos a los que ella mismo otorgó el visto bueno en un pasado reciente. En la carta a los europarlamentarios españoles, Nouy, en primer lugar, acusa de la intervención a Elke König (sin citarla), del Mecanismo Único de Resolución (MUR). Muy cierto, pero no deja de ser una mentira gorda de fondo: sin el visto bueno del BCE a la presunta insolvencia del Popular, el banco no hubiera podido ser intervenido. Lo más importante, como adelantara en su momento Hispanidad, es que, a finales del primer trimestre de 2016, el entonces presidente del Popular, Ángel Ron, presentó al BCE un plan de saneamiento y recapitalización, así como de resolución de los activos tóxicos inmobiliarios  sin recurrir a ayudas públicas. Gran alegría en el BCE, capitaneado por la superjefa de inspección Danièle Nouy, que aplaudía los hechos. Ahora, la mentirosa Danièle asegura que el Popular ya estaba bajo la lupa del inspector comunitario desde 2014: ¡Hay que tener cara! Asimismo la mentirosa Danièle oculta que el Popular superó los test de estrés, precisamente basados en la solvencia… ¡y antes de la segunda ampliación de capital por más de 2.000 millones de euros!, que también el equipo de Ángel Ron consiguió sacar adelante. Por supuesto, Nouy oculta la auditoria de PWC, para quien el Popular cumplía todos los requisitos de solvencia necesarios. Y lo más llamativo, en noviembre de 2016, cuando ya se había estallado la crisis de Antonio del Valle y Reyes Calderón, que llevarían al final del Popu, Nouy felicitó al Popular por haber concluido la reducción de plantilla, sin conflictos, de 3.000 empleados. ¿Qué es lo que ocurre en realidad? Simple: que ante las demandas de los accionistas y bonistas perjudicados, que vieron como lo que el 1 de junio valía 1.300 millones de euros, el 7 se entregaba al Santander por un euro, ni que 11.000 millones de euros pierden esfumarse en un mes… ni tan siquiera con Emilio Saracho, el del impacto súbito, al frente de una entidad. Y ahora los tribunales europeos amenazan con darle al BCE el mayor varapalo de su no muy larga historia. Y lo más estúpido: que en España se compran las mentiras que Nouy vende. Eulogio López eulogio@hispanidad.com