Vodafone ha confirmado este miércoles la compra de los activos de Liberty Global en Alemania, Hungría, República Checa y Rumanía, por 18.400 millones de euros (pagará 10.800 millones y asumirá una deuda de 7.600 millones). Si las autoridades de competencia de la Unión Europea dan el visto bueno, Vodafone se convertirá en la teleco con la mayor red de fibra y cable del Viejo Continente, con una cobertura de 54 millones de hogares, que se amplía a 110 millones gracias a los acuerdos mayoristas.

Sin duda, se trata de una operación histórica y que da el pistoletazo de salida a la consolidación del sector en Europa. Una consolidación que ya ha despertado las primeras reticencias. Efectivamente, el presidente de Deutsche Telekom (DT), Tim Hoettges, ha señalado, durante la presentación de resultados trimestrales de su compañía, que el acuerdo Vodafone-Liberty puede distorsionar la competencia.

Lo cierto es que, con este movimiento, Vodafone se pone a la altura de DT, no sólo en Alemania, sino en toda Centroeuropa. En Alemania, además, supone un reto para Telefónica y le empujará para acelerar su estrategia en el país.

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