Sr. Director: Los miembros de ETA con el anuncio de su desarme quieren quitarse de encima el acoso de la policía. No obstante, el anuncio relevante, el de la disolución de la banda, sigue sin llegar. Por más que se empeñe,  todo da a entender que ETA está derrotada y no puede buscar compensación alguna. Otra cosa bien diferente es la victoria en el relato. Sin un trabajo cultural, sociológico, histórico y político, el terrorismo podría acabar imponiendo su narración. Por fortuna en los últimos meses varias novelas y estudios universitarios nos están ayudando a contar la historia tal como fue. ETA impuso el miedo, los funerales a escondidas, el silencio, la mentira. Fue una fábrica de odio en la que se criaron muchos jóvenes. La banda intoxicó la vida social hasta límites que, al recordarlos, producen arcadas morales. ETA está vencida pero la paz está por construirse. La paz sin justicia es imposible, y por otra parte, la justicia sería insuficiente sin dar paso a alguna forma de petición de perdón. Juan García