Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Venezuela, donde al menos cuatro hombres cristianos sufrieron heridas graves después de que fueran apuñalados, obligados a comer páginas de la Biblia y les grabasen "cruces" en la piel, según Open Doors, una organización de vigilancia de la persecución, recoge Christian Post.

El ataque de hombres sospechosos de ser delincuentes de una banda de narcotraficantes tuvo lugar en en la ciudad de Libertador, en la ‘Casa Restauración’, un centro de rehabilitación de drogadictos dirigido por la iglesia católica en el estado venezolano de Mérida.

Open Doors, que trabaja con iglesias perseguidas en más de 60 países, explicó que los cristianos, que disuaden a las personas de estilos de vida criminales a menudo son vistos como una amenaza para las actividades ilegales de las bandas de narcotraficantes en Iberoamérica.

Los cristianos, que disuaden a las personas de estilos de vida criminales, a menudo son vistos como una amenaza para las actividades ilegales de las bandas de narcotraficantes en Iberoamérica

“Los criminales nos cubrieron la cara y empezaron a golpearnos y apuñalarnos”, dijo una víctima. "Dibujaron 'X' en nuestros cuerpos y nos obligaron a comer la Biblia”. Si bien los cuatro cristianos han sido dados de alta del hospital, uno de ellos sigue en mal estado de salud debido a dos costillas rotas y heridas en los pulmones y la cabeza. A otros dos les pusieron yesos en las piernas y los brazos.

“Semanas antes del ataque, en medio de una reunión para discutir temas vecinales, dos hombres dijeron que iban a acabar con la Casa Restauración porque no estaban de acuerdo con este tipo de programas”, dijo el pastor Dugarte, quien fundó el centro con su esposa.

"El corte de cruces en los cuerpos de estos jóvenes cristianos y el comerse forzosamente páginas de la Biblia es profundamente perturbador", señaló el Dr. David Landrum, de Open Doors UK.

Este ataque premeditado tiene todas las señas de identidad de los 'colectivos' locales del régimen de Maduro. Esto muestra cómo Venezuela se ha convertido en un narco-estado dictatorial que se opone violentamente al trabajo de rehabilitación de drogas de la Iglesia”, añadió Landrum.

Los manifestantes no tienen armas y solo están mostrando su deseo pacíficamente

Nos vamos ahora a Birmania, donde recientemente los militares dieron un golpe de Estado. Y allí, en Myitkina, en el estado norteño de Kachin, una religiosa de las Misioneras de San Francisco Javier se arrodilló ante los policías para pedirles que no dispararan a los manifestantes que exigían democracia. Su intervención evitó una masacre, recoge Infocatólica de Ucanews.

«Solo dispárame si quieres«, dijo la religiosa, de nombre Ann Nu Thawng: «Los manifestantes no tienen armas y solo están mostrando su deseo pacíficamente». Un centenar de personas aprovecharon el momento de confusión de los militares para escapar, tal y como ha confirmado el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon.

Como informa la revista Ecclesia, las personas que protestaban habían sido rodeadas y todo hacía presagiar lo peor, toda vez que las fuerzas del orden ya han actuado con contundencia, como demuestra el hecho de que ya ha habido muertos en otras jornadas.

Monseñor Bo dirigió el 3 de febrero, poco después del golpe, un mensaje a la nación con peticiones expresas al pueblo, al Ejército, a los líderes democráticos y a la comunidad internacional.

Es trágico que nadie haya intentado evitar que los secuestradores se llevasen a la chica cristiana. Las familias cristianas viven con aprensión y temor de que sus hijas sean víctimas de secuestros

Y terminamos nuestra crónica semanal sobre persecución a los cristianos en Pakistán, donde una estudiante cristiana de Lahore fue secuestrada con la intención de obligarla a un matrimonio islámico. Mehwish Bibi, estudiante del Women's College en la ciudad de Gujranwala, salió de su casa el 18 de febrero por la mañana para ir a la universidad, pero nunca regresó a casa. La familia ha denunciado el secuestro y la inducción al matrimonio forzado.

Patras Masih, padre de la chica, afirmó: “Estábamos buscando a nuestra hija y empezamos a preguntar a la gente. Dos cristianos, Masih y Akram Masih, nos informaron que vieron a un musulmán, Muhammad Sabir, secuestrarla apuntándola con un arma, con la ayuda de dos cómplices. Según testigos, obligaron a mi hija a subir a una camioneta blanca. Pedimos a la policía que recupere a mi hija lo antes posible, queremos justicia y un castigo severo para los culpables”, recoge Fides.

Khalid Shahzad, activista por los derechos humanos y las minorías religiosas, comenta: “Es triste asistir a un episodio más del secuestro de una chica cristiana. En la provincia de Punjab, estamos viendo cada vez más casos de secuestros de mujeres pertenecientes a minorías religiosas. Es trágico que nadie haya intentado evitar que los secuestradores se llevasen a la chica cristiana. Las familias cristianas viven con aprensión y temor de que sus hijas sean víctimas de secuestros”.

Desde hace algún tiempo las comunidades cristianas piden al gobierno que cese el fenómeno de la violencia, el secuestro y la conversión forzada de menores cristianos. La impunidad, señalan, fomenta esos delitos. Según datos confirmados a la Agencia Fides por la Comisión Nacional de ‘Justicia y Paz’ de la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán, cada año se registran unos 1.000 casos de informes de secuestro de jóvenes cristianas e hindúes, sustraídas a sus familias con la intención de obligarlas a un matrimonio y conversión forzada al islam.

Urgen oraciones por los cristianos perseguidos por su fe en Cristo.