La mujer paseaba por una calle barcelonesa cuando se detuvo en un semáforo y entonces tres menores magrebíes le robaron el móvil. Según La Razón, tras la sustracción, 4 agentes de paisano, sin que la víctima se consciente de ello, salieron corriendo tras los autores de los hechos, que fueron detenidos. 

Pero, poco después, la hija de la víctima recibió una llamada de los Mossos d'Esquadra comunicándoles que habían recuperado su teléfono móvil. Los agentes explicaron a la víctima que los ladrones, menores de edad y origen extranjero, marroquí, eran delincuentes reincidentes y que estaban bajo control de la Policía Autonómica, lo que permitió la rápida actuación de los agentes.

Los agentes de protección social, después de que la víctima presentase formalmente la denuncia contra los autores, propusieron a la víctima “retirar la denuncia y hacer un encuentro para merendar con los ladrones para explicárseles que lo de robar no está bien”. (Suponemos que la 'merienda de conciliación' la pagaría la Generalitat). Pero, la víctima rechazó llegar a un acuerdo amistoso.

Según La Razón, la actuación de los servicios sociales no acabó ahí e insistieron a la víctima en reiteradas ocasiones apelando a su "falta de humanidad". La administración defendía a los autores diciendo que tenían derecho a una segunda oportunidad y que debía entender el contexto de los autos y lo que seguramente les había llevado a actuar de esta manera. La llegaron a llamar hasta cuatro veces, hasta que, según afirma la víctima, les advirtió de que serían denunciados por coacciones.

El procedimiento ha terminado sin consecuencias penales por los autores de los hechos, de los que uno de ellos no se presentó a pesar de la citación judicial.

La víctima ha afirmado que ha decidido hacerlo público después de ver cómo ciertos partidos se han puesto junto a los delincuentes multirreincidentes, a raíz de los hechos de Calella. ¿Estamos ante un síndrome de Estocolmo en Cataluña? Recordemos que hasta Jordi Pujol se mostró en su día preocupado porque los catalanes se están quedando en minoría en Cataluña.Sin embargo, cuando las comunidades autónomas se 'repartieron' la inmigración, Pujol no quiso hispanos, prefirió a los musulmanes.

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